Ocho de cada 10 trabajadores poblanos de entre 15 y 29 años laboran en condiciones de precariedad. El salario mensual promedio para esta franja de edad es, además, de sólo 2 mil 711.04 pesos, de acuerdo con el último informe del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana Puebla.
La precariedad laboral perjudica a la mayoría de los trabajadores jóvenes en el estado. El 80.86 por ciento de esta mano de obra enfrenta bajos salarios, ausencia de contrato, falta de prestaciones o carencia de seguro social.
Este porcentaje, actualizado hasta el año pasado, no ha dejado de crecer, según el Informe del Observatorio de Salarios 2018. Los jóvenes y los mercados laborales, hecho público ayer por la institución académica. En 2014, la precariedad laboral afectaba al 80.72 por ciento de los trabajadores de entre 15 y 29 años; en 2009, al 79.15 por ciento; y en 2005, al 78.08 por ciento.
“A diferencia de los estados mexicanos, en Puebla la precariedad ha aumentado”, advirtió Miguel Reyes Hernández, coordinador interinstitucional del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana Puebla. “El 75 por ciento de la población ocupada en Puebla, dos terceras partes, está en situación de precariedad laboral. La población joven está peor”.
Los jóvenes poblanos ganan en promedio 2 mil 711.04 pesos mensuales, la quinta cifra más baja del país tras los salarios ofrecidos en Guerrero (2 mil 679.87), Oaxaca (2 mil 659.95 pesos), Tlaxcala (2 mil 600.39 pesos) y Chiapas (2 mil 574.39 pesos).
“Hoy en promedio el salario de los poblanos es de 3 mil 200 pesos, de 2 mil 700 pesos –para los jóvenes-. Hoy un joven entre 15 y 29 años que se acaba de incorporar al mercado laboral va a ganar 2 mil 700 pesos. ¿Les parece correcto, adecuado?”, reclamó el académico.
PROPONEN SALARIO MÍNIMO DE 112.50 PESOS
La precariedad laboral que sufren los jóvenes es, repuso, una “situación nacional, no sólo local”. Una verdadera política salarial y de subsidios, que establezca el salario mínimo en 112.50 pesos en vez de los 88.36 pesos actuales, podría empezar a paliar la desigualdad económica.
“Se ha hablado mucho de que Puebla ha mejorado en términos de ingresos, en términos de pobreza, en términos de bienestar, de prosperidad, porque tenemos una rueda de la fortuna, la más grande, la más alta o porque tenemos grandes obras. ¿De verdad eso impacta en el bienestar de los jóvenes, en las condiciones laborales, en las condiciones de vida de esta población?”, cuestionó Reyes Hernández.