La Arquidiócesis de Puebla condenó los linchamientos registrados esta semana en Cohuecan y Tepexco que dejaron a siete personas sin vida, acusados presuntamente de ser delincuentes.
El obispo auxiliar de la iglesia católica, Felipe Pozos Lorenzini, convocó a la población a no tomar la justicia por su propia mano e hizo un exhorto a las autoridades a ejercer sus atribuciones para evitar estos casos.
“Es muy triste la situación que estamos viviendo. La violencia genera más violencia, no están bien los linchamientos. La vida de un hermano, siempre será hermano, aunque haya cometido lo que haya cometido”, expuso.
Durante la misa dominical celebrada en catedral, comentó a los feligreses que se debe reforzar su fe y que se necesita la caridad, por lo que hizo énfasis en mantener la paz social