Consuelo sufrió poliomielitis, una enfermedad que le afectó la médula espinal, limitando su caminar. Hasta los 10 años decidió salir adelante por cuenta propia y ocupó unos palos como muletas para ir a la escuela. Hoy, lleva 20 años trabajando en el Congreso del Estado de Puebla y cree, que es de suma importancia que las empresas, así como las instituciones abran espacios a las mujeres con algún tipo de discapacidad.

En el marco del Día Nacional de las Mujeres con Discapacidad, El Sol de Puebla visitó el Congreso, el cual está ubicado en la calle 5 poniente en el Centro Histórico. En este edificio, hay un área de Atención Ciudadana y justo aquí es donde brilla Consuelo Bernabé Méndez; como el nombre lo dice, ayuda a los ciudadanos o los guía para que puedan obtener apoyo de las instituciones públicas.

Consuelo estudió Trabajo Social y siempre le ha gustado el tema de gestión pública. “Amo mi trabajo, viene mucha gente, se acercan pidiendo apoyo y me encanta canalizar sus necesidades, ayudarlos con sus peticiones, para mí es una gran satisfacción cuando me dicen: Consuelo muchas gracias ya lo solucioné o Consuelo gracias, a mi hijo lo atendieron o ya les dieron una silla de ruedas o muletas. Me llena de satisfacción”, comentó.

No recibir vacunada contra la polio, le provocó la enfermedad

Entrar a trabajar al Congreso del Estado fue “una bendición”, pues en ningún momento le preguntaron acerca de su discapacidad o la discriminaron por ocupar muletas, pero no todo en su vida ha sido fácil, pues en donde más fue señalada, discriminada y subestimada fue en su niñez y en su ámbito familiar, ya que les costó cree que algún día iba a valerse por si misma.

“Nunca he sufrido discriminación en el ámbito laboral, creo que recibí más discriminación por parte de mi familia y de algunos amigos, pero en el trabajo no. Yo soy originaria de San Felipe Tepatlán y el polio me dio como al año de nacida y allá no había vacunas, mis padres son indígenas y vivíamos en pobreza extrema, entonces no hubo dinero para tratamientos médicos”, compartió.

En la familia de Consuelo son seis hermanos y lamentablemente por la fata de dinero, la falta de información médica y debido a que el hospital más cercano les quedaba a seis horas caminando, otros de sus hermanos fallecieron cuando enfermaron. Ella afortunadamente venció el polio, pero nunca pudo caminar bien.

A los 10 años decidió ayudarse a sí misma

“A los 10 años empecé a ver la situación de mis papás y me di cuenta que tenía que salir adelante para ayudarlos y para ayudarme. Yo usaba cualquier palo como muletas y les dije que quería ir a la escuela, entonces uno de mis hermanos me compró mis primeras muletas y dejé el cuartito en donde me la pasaba todo el tiempo para crecer”, agregó.

Desde ese momento su meta fue seguir estudiando, ser alguien en la vida, ¡y lo logró! Al principio como en toda carrera profesional no fue fácil, tuvo que picar piedra y demostrar que era capaz para todas sus tareas sin importar su condición. Incluso cuando entró al Congreso pasó por contratos de seis meses hasta que le dieron su base.

“Es muy importante que las instituciones y en general las empresas les abran espacios a las personas con discapacidad y en especial a las mujeres, ya que al tener una discapacidad podemos desarrollar otros sentidos y hacer muy buen trabajo. Además, como mujeres nos dan herramientas para empoderarnos y no depender de un hombre”, externó.

Asimismo, sugirió a los padres de familia que tienen una hija con discapacidad no subestimarlas, apoyarlas y no sobreprotegerlas. “Trátenlas como personas normales, intégrenlas a las actividades diarias de la casa, porque así, ellas se sentirán importantes, útiles, valiosas y que pueden hacer todo lo que se propongan sin importar los límites físicos”, concluyó.

El "Día Nacional de las Mujeres con Discapacidad" se conmemoró el pasado 12 de septiembre y busca mejorar la calidad de vida de este grupo social, además tiene como objetivo visibilizar sus necesidades, pues las mujeres sufren una doble discriminación, tanto de género como de discapacidad, lo que incrementa un rezago en su desenvolvimiento.