Miles de poblanos no tendrán nada que celebrar este primero de mayo en el Día del Trabajo, pues la llegada del coronavirus no solo representó una amenaza a la salud pública mundial, sino que también exhibió la vulnerabilidad de un sistema económico que hoy en día tiene a muchos sin trabajo, sin sueldos o con ingresos recortados a causa de la pandemia.
Lo que inició hace 134 años con una huelga en Chicago, Estados Unidos, para conseguir una jornada laboral de ocho horas diarias y que dio origen al Día del Trabajo, hoy se conmemorará en medio de una huelga forzada provocada por políticas de confinamiento para evitar la propagación del Covid-19 y que tiene en jaque a empresas y comercios informales que son la principal fuente de ingresos para los poblanos.
En Puebla, el universo de población económicamente activa ocupada es de 2 millones 878 mil 209 personas, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), de los cuales el 47.6 por ciento trabaja para una empresa o negocio y el 31.2 por ciento pertenecen a la economía informal, sectores que resultaron más golpeados por la pandemia.
De acuerdo con el último reporte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) del gobierno federal, entre el 13 de marzo y el 6 de abril, Puebla perdió 12 mil 26 empleos formales con alta en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Las cifras del IMSS confirman este escenario, pues reflejan que al mes de marzo de 2020 hay 622 mil 898 trabajadores dados de alta en Puebla, la cifra más baja en los últimos 14 meses, pues en diciembre de 2018 el número fue de 620 mil 188 empleos formales.
En comparación con febrero, se perdieron 5 mil 119 empleos formales durante marzo y todavía falta esperar la actualización del reporte al mes de abril.
Para micro y pequeños negocios la realidad es la misma, pues tan solo en la última semana la Cámara Nacional de la Industria de los Restaurantes y Alimentos Condimentado (Canirac) en Puebla reportó el cierre definitivo de 20 restaurantes, que se traduce en la pérdida de 310 empleos, informó la presidenta del organismo, Olga Méndez Juárez.
Tan solo en el Centro Histórico de la capital, el 80 por ciento de los negocios cerró sus puertas y la proyección es que el 20 por ciento de ellos no las vuelva a abrir, según estimó el presidente estatal de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco), Marco Antonio Prósperi Calderón.
El número de personas que se van con salario incompleto es difícil de medir, pues surgen de acuerdos en corto entre empleadores y trabajadores para asegurar la fuente de empleo a cambio de una parte del salario.
En algunas industrias como la automotriz las reducciones llegan hasta 50 por ciento a cuenta de otras prestaciones como las utilidades, tal y como ocurrió con Volkswagen, o descuentos del 25 y hasta el 40 por ciento del salario tabulado como pasó en Audi.
El presidente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Leobardo Soto Martínez, informó que el 70 por ciento de sus 82 mil agremiados en la entidad fueron enviados a sus casas, solo la mitad con sueldo completo y el resto al 50 por ciento de su salario.
MÁS DE MIL QUEJAS POR DESPIDO INJUSTIFICADO
De acuerdo con la Secretaría del Trabajo del Gobierno del Estado, son alrededor de 2 mil las quejas presentadas por trabajadores en la dependencia durante esta emergencia sanitaria, de las cuales mil 100 son por despido injustificado.
Las 900 denuncias restantes son por reducción de salarios y porque algunos patrones no han permitido a sus trabajadores resguardarse en sus casas para mantener la sana distancia.
Sin embargo, la dependencia explicó que por el momento solo se da vista a estas denuncias y es el Tribunal de Conciliación de Arbitraje la instancia encargada de dar respuesta, que por el momento solo puede ser de manera virtual debido a que este organismo no atiende de forma presencial para evitar aglomeraciones.
INFORMALES SE RESISTEN
Con 899 mil 796 trabajadores, que representan el 31.2 por ciento de la población económicamente activa ocupada en Puebla, el sector informal es el segundo con mayor presencia en la entidad y el que más se resiste al aislamiento, pues vivir al día los lleva a seguirse instalando en tianguis y mercados como lo ha documentado El Sol de Puebla en diversos recorridos.
Esto a pesar de los decretos del Gobierno del Estado en los que exhorta a ambulantes y tianguistas a ya no salir a las calles, pero al no haber una sanción se convierten en un llamado a misa que los comerciantes ignoran.
Lo que no pueden evadir los comerciantes es la falta de gente en las calles, pues las ventas han caído entre 50 y 80 por ciento, según sus propios testimonios.
LAGUNAS EN DECRETOS FEDERALES
Si bien existe una Ley Federal del Trabajo que respalda a los trabajadores de despidos o recortes injustificados, la situación extraordinaria que se vive a nivel mundial obligó al Gobierno de la República a publicar decretos que impactan directamente en la vida económica del país.
Para el especialista en derecho laboral de la UPAEP, Francisco Carrasco, el gobierno federal se apoyó del artículo 427 de dicha ley para decretar una emergencia sanitaria por causas de fuerza mayor y no una contingencia sanitaria como lo establece el artículo 41 BIS, creado a raíz de otro virus que afectó al país como fue la Influenza H1N1.
La diferencia es que con el decreto del gobierno federal se obliga a los empresarios a pagar el salario íntegro de sus trabajadores, mientras que con una “contingencia sanitaria” solo estarían obligados a pagar el salario mínimo por un periodo máximo de un mes.
Si bien el catedrático reconoció que esta medida se implementó para no afectar tanto a los trabajadores asalariados, la realidad es que se convierte en una bomba de tiempo para las empresas, que sin estímulos fiscales, corren el riesgo de cerrar sus puertas de forma definitiva y dejar sin empleo a los trabajadores que se buscaba proteger en un inicio.
“Tienes un artículo para que no lastimes la economía del trabajador, pero entre comillas, porque lo que estás haciendo es obligar a las empresas a que empiecen a liquidar el personal aunque le pagues el 100 por ciento, el problema no es que le pagues ahora el 100 por ciento, el problema es que ya no tiene empleo”.