El coronavirus no sólo ha modificado los planes de los poblanos, sino también de los migrantes que solían refugiarse en la entidad para llegar a Estados Unidos, estas personas al darse cuenta que los albergues y capillas están cerradas, han tenido que ambular por las calles sin ninguna protección, poniendo en riesgo su salud y la de sus familiares.
En entrevista con El Sol de Puebla, el coordinador de la Pastoral de Migración de la Arquidiócesis de Puebla, Gustavo Rodríguez Zárate, compartió que desde hace 40 días no han llegado grupos de migrantes a la iglesia de La Asunción, situación que le preocupa, ya que esto quiere decir que en las fronteras no los están dejando pasar o que ya no llegan porque saben que estos espacios están cerrados.
Desde que se anunció una emergencia sanitaria a raíz del coronavirus, sólo ha llegado una familia, a quienes tuvieron que verificar que no estuvieran enfermos y se les notificó que sólo es un albergue de paso, por lo que la estancia era de máximo dos días.
“Entendemos que la situación está siendo conflictiva en la frontera porque migración dio la indicación de desocupar las estaciones migratorias, los echan a la calle y andan en esta situación por todo el país. Y nosotros no estamos habilitados ahorita, la mayoría de los albergues en Puebla son anexos a las parroquias y están cerrados los templos, no estamos habilitados para recibir más de 80 migrantes como solíamos hacerlo”, dijo.
Hay que recordar que para febrero del año pasado, llegaron a Puebla 905 migrantes procedentes de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, en aquella ocasión tanto la Pastoral de Migración como las autoridades locales, apoyaron con albergues, comida y kits de limpieza, pero en esta ocasión el padre Gustavo comentó que debido a la contingencia no hay varias alternativas.
“La situación sí está fuerte porque hay una situación precaria en todo el país y no hay alternativas y yo creo que se van a ver mas migrantes en situación de calle como pase la contingencia y no sólo en Puebla, sino en todo el país (…) En caso de que lleguen dos o tres personas los dejaríamos entrar, pero sólo serían dos noches máximo, no podemos tener refugiados”, compartió.
En su opinión, todas las autoridades deberían de poner este tema en la mesa ya que también es un problema de salud pública, por tanto, sugirió adaptar albergues para que estas personas puedan pasar la contingencia, cumplir con las recomendaciones como la sana distancia, lavado de manos, y que no estén en situación de calle.