Ándalo, un dispositivo creado por universitarios en Puebla,avisa con vibraciones a las personas invidentes de la existencia deobstáculos cercanos, permitiéndoles caminar sin necesidad debastón o perro guía.
Seis estudiantes de la Universidad Iberoamericana Puebla y laUniversidad de las Américas Puebla (UDLAP) idearon el aparato,formado por dos bandas sensitivas para rodilla y pie unidas por uncable. La tecnología alerta de los objetos y baches en el terrenoque se encuentran a 50 y 130 centímetros de distancia.
“Permite a las personas ciegas caminar sin la necesidad deusar un bastón o un perro guía, lo hace diciéndoles losobstáculos que tienen alrededor a través de vibraciones”,explica Ricardo Mastachi, alumno de Ingeniería Mecatrónica de laUniversidad Iberoamericana Puebla. “Tiene dos lugares dondevibra. Si vibra en la parte de adentro de la pierna significa quehay algo cerca, si vibra de afuera es algo lejos y si vibra enambas partes, es que hay un agujero”.
En Puebla existen, de acuerdo con el Instituto Nacional deEstadística y Geografía (Inegi), 82 mil 614 personas conlimitación visual, la segunda causa, tras la motora, dediscapacidad en el estado. Ándalo está pensado precisamente paraque todas ellas puedan caminar sin asistencia.
“Tiene dos sensores que detectan todo lo que hay en suentorno, entonces lo que hace el dispositivo es interpretar esasseñales mediante los motores”, describe Martín Mariscal,estudiante de Ingeniería Mecatrónica de la UDLAP, sobre unatecnología que utiliza un cargador similar al del celular paraalimentar una pila de 36 horas de duración. “Utiliza la mismatecnología que los murciélagos, que es el sonido ultrasónico,que rebota en todas las direcciones. Si se cruza cualquier objetoen el camino, lo siente por vibración, no deja de vibrar hasta quepase el objeto”.
Ándalo estará a la venta probablemente a partir de febrero porun precio de 6 mil 800 pesos. Una decena de personas invidentesestá ahora probando el aparato, experiencia que servirá paralimar los errores, si los hubiera. “Ahora estamos centrados encorregir esos pequeños detalles, dárselo a las personas parasaber qué es lo que opinan”, afirma Ricardo.
Esta fase de experimentación podría hacer realidad un productocuya formulación inició dos años atrás cuando Ricardo se fijóen que, por el estrés de los estudios, sus compañeros apenas sefijaban dónde pisaban.
Al tener contacto poco después con un amigo invidente, elestudiante empezó a tomarse más en serio la creación de un guíatecnológico que permitiera libertad de movimiento a las manos.“Pensamos que los ciegos podrían vivir mejor con un aparato queestuviera en los pies, que se fijara en todo lo que hay alrededor ylo tradujera a vibraciones”, recuerda.
Uno a uno, compañeros de clases y amigos se fueron sumando alproyecto. “No sabíamos ni por dónde ir”, confiesa elestudiante, convertido ahora en CEO. “Ni siquiera sabíamos loque era un modelo de negocio. Nos hemos dado cuenta de que hemostomado muchos rumbos que nos han quitado mucho tiempo y podríamoshaberlo hecho distinto y más rápido”.
“VERDADERA INCLUSIÓN”
“Independencia” y “verdadera inclusión” son lasventajas de Ándalo, razona Mariana González, estudiante deMercadotecnia de la Universidad Iberoamericana Puebla, frente aotros aparatos similares. “Existen brazaletes u objetos quetienes que poner en tus dedos y que tienes que apuntar a losobjetos para identificarlos”, compara. “Cuando traes un bastónlo que sucede es que tiene que chocar contra el objeto paradetectarlo, para saber que hay una persona al lado de ti tienes quehaberla pegado y eso no es cómodo ni para la otra persona ni parati”.
La verdadera meta de Ándalo es llegar a los poblanos ymexicanos invidentes. “Hemos tenido que romper con muchosparadigmas, Ándalo no sigue la tendencia de un aparatotecnológico normal, no se conecta a Internet, no tiene unaaplicación –celular-, no tiene inteligencia artificial”,enumera. “Simplemente está diseñado para satisfacer lasnecesidades de las personas ciegas en México”.