El crematorio del panteón municipal dejó de funcionar a principios del año, debido al desgaste que registró durante las temporadas de mayor cantidad de defunciones provocadas por la pandemia de la Covid-19, informó la Secretaria de Servicios Públicos, Xóchitl Zárate Tejeda.
En entrevista con medios de comunicación, Zárate explicó que el horno crematorio funciona con dos motores, de los cuales uno se dañó debido al uso constante que se le dio durante los primeros dos años de la pandemia, cuando había más defunciones por Covid-19 y era recomendable cremar los cuerpos de quienes fallecían a causa de la enfermedad.
Explicó que el equipo podría funcionar con el único motor que le sirve, sin embargo, esto terminaría por dañarlo y también provocaría problemas de contaminación, motivo por el que se decidió suspender el servicio, hasta que reciba mantenimiento.
“Vamos a tener un contrato para el mantenimiento del crematorio, porque esto, de alguna forma, nos ayuda para hacer cremaciones y utilizar los nichos que tenemos, lamentablemente hay mucha gente que por usos y costumbres preferiré enterrar a sus difuntos en lugar de cremarlos”, dijo al tiempo de señalar que el equipo deberá volver a funcionar antes de que concluya el año.
Xóchitl Zárate expuso que ante la falta de lotes en el panteón municipal, ahora se promueve que los ciudadanos opten por la cremación y uso nichos para el depósito de cenizas, además de que se está localizando a los responsables de las tumbas para que se pongan al corriente en los pagos por mantenimiento y procuren tener en buenas condiciones los espacios que tienen asignados.
Lo anterior, al referir que hasta el 60 por ciento de los propietarios no dan mantenimiento a las sepulturas y hay algunas por las que ya nadie responde, ya sea porque la familia ya no vive en Puebla o alguna otra circunstancia.
En este sentido, dijo que hasta el momento se han realizado dos rondas de notificaciones a los propietarios de espacios en el panteón municipal y al cierre del año se tendrá un diagnóstico de cuántas sepulturas ya no cuentan con personas que estén pendientes de ellas.
Finalmente, informó que hasta ahora solo existen unas cinco tumbas que han presentado daños a causa de los sismos y se encuentran acordonadas por Protección Civil, hasta que, en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se definan los procedimientos para repararlas.