La crisis hídrica en la zona metropolitana de Puebla y municipios centrales es una realidad que se agudizará en los próximos años si no se diseñan políticas efectivas de distribución y tecnificación del agua, consideró Jerónimo Chavarría Hernández, maestro en Ciencias en Edafología por el Colegio de Postgraduados (Colpos) e investigador de la Universidad Iberoamericana Puebla, quien, además, alertó que un escenario similar al de Nuevo León o la Ciudad de México es posible en la entidad poblana.
La reducción hasta niveles críticos en el suministro de agua potable en la región más poblada del estado es posible. Inclusive, en algunas colonias de los municipios que conforman este polígono ya existe escasez de este recurso, lo que evidencia la vulnerabilidad de la zona ante dicha problemática.
Estrés hídrico, ¿qué lo causa?
De acuerdo con el Comité Técnico del Agua del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Puebla (CICEPAC), tan solo la capital del estado enfrenta una condición de estrés hídrico, esto quiere decir que la ciudad consume más agua de la que se encuentra disponible.
A inicios de 2023, dicha institución reveló que las actividades industriales, que son responsables de acaparar 25 por ciento del líquido disponible en el municipio de Puebla, fueron la principal causa de estrés hídrico en la demarcación.
Chavarría Hernández, quien también es investigador de la Universidad Iberoamericana Puebla, explica que la distribución del agua en la región no necesariamente está vinculada con la disponibilidad del recurso.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) dio a conocer que la disponibilidad de agua en el acuífero del Valle de Puebla es de 18 millones 017 mil 454 metros cúbicos (hm3) anuales. Esta información, que se publicó el año pasado, pero se hizo con base en datos de 2022, evidencia que el sitio no está sobreexplotado.
Dicho manto freático comprende los municipios de Amozoc, Calpan, Chiautzingo, Coronango, Cuautlancingo, Cuautinchán, Domingo Arenas, Huejotzingo, Juan C. Bonilla, Nealtican, Ocoyucan, San Andrés Cholula, San Felipe Teotlalcingo, San Gregorio Atzompa, San Jerónimo Tecuanipan, San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca, San Miguel Xoxtla, San Nicolás de los Ranchos, San Pedro Cholula, San Salvador El Verde, Santa Isabel Cholula, Tlahuapan, Tlaltenango y Tianguismanalco.
Ante ese contexto, el investigador poblano destaca que el hecho de que exista agua en el subsuelo no implica que alcance para todos. Asegura que el líquido ni siquiera se relaciona solamente en la entidad, pues las regiones hídricas tienen múltiples divisiones geográficas que pueden abarcar otros lugares.
Por ello, indica que la vulnerabilidad de la ciudad de Puebla y su zona metropolitana de quedarse sin abastecimiento hídrico suficiente es alta. Asegura que esta condición ya es palpable en muchas colonias en las que se otorga el líquido por tandeo, es decir, se restringe la distribución en determinados días.
Desde hace varios años ya estamos en crisis, ahora hay que ver qué tanto se agrava. No dudo ni tantito que, si seguimos con esta misma tendencia, lleguemos a lo que les pasó en Nuevo León y al rato tengamos que comprar agua de garrafón hasta para bañarnos, y sabrá Dios si nos alcance para comprarlos reconoce el especialista.
Desperdicio de agua, no es la principal causa de escasez
Chavarría Hernández asegura que si bien la infraestructura hídrica en la región presenta varias fallas técnicas, lo que puede derivar en el desperdicio de agua, esta condición no es la principal causa de escasez del recurso.
El catedrático sostiene que el verdadero problema en la zona metropolitana Puebla-Tlaxcala es la distribución y, sobre todo, la tecnificación de la recolección. Agrega que en la región no existe un solo mecanismo eficiente para contribuir a la recarga de los mantos freáticos que pueda replicarse en la entidad.
Si seguimos con la misma línea es muy posible que pueda pasar este fenómeno del tandeo, de que cada vez hay menos agua (...) Yo no dudo que, si seguimos bajo el mismo esquema de distribución de agua, iremos a la cuestión de que pues al rato nos vamos a pelear por el agua comenta.
Chavarría Hernández asegura que la capital del estado y sus municipios conurbados pueden enfrentar en un futuro cercano la agudización de la crisis hídrica, como ya ocurre en lugares como Nuevo León o Ciudad de México, donde se alcanzó la insuficiencia de agua para recargar los acuíferos.
¿Por qué hay escasez de agua en la región?
El investigador de la Ibero Puebla revela que la deficiente tecnificación en la captación de aguas, así como el riego en actividades agrícolas y pecuarias, que se robustecen con la escasa cultura de cuidado y recolección de agua en Puebla, son los principales motivos que apresuran la crisis de agua en la región.
“Cuando a ti no te falta el recurso, piensas que todo está bien, porque tienes agua y no te hace falta, a pesar de que el tandeo, que es una de las muestras evidentes de que el recurso no está tan disponible, existe (...) Si te hace falta, entonces sí lo ves como un gran problema. Si no nos afecta no nos ponemos a pensar que ya está pasando. Hay varias colonias donde ya reparten agua en pipas, ellos ya viven el problema directamente”, indica.
Para el especialista, la deforestación es otro de los factores innegables que agudizan la falta de agua en la zona metropolitana. Señala que la pérdida de bosques es un peligro latente, pues ello permite que los acuíferos sean incapaces de recargarse. Subraya que el hecho de que el concreto se apodere de zonas vegetales tampoco es buena señal. A propósito, señala que los asfaltos en Puebla son, en su mayoría, incapaces de infiltrar agua al subsuelo.
Finalmente, el académico refiere que la implementación de políticas públicas para hacer más eficiente la distribución del líquido presentan un atraso importante, pues las mismas son urgentes desde hace al menos una década.