Esta noche usted debe de tener especial cuidado con los más pequeños si es que forma parte de la tradición familiar que durante Año Nuevo se haga uso de pirotecnia, la cual, empleada de una manera equivocada puede provocar quemaduras graves y hasta la pérdida de extremidades o la necesidad de tratamientos de injerto de piel que pueden obligar a un paciente a permanecer hospitalizado más de un mes.
El director del Hospital de Traumatología y Ortopedia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, Francisco Morales, dio a conocer que en las fiestas de fin de año la atención en el área de Urgencias, por lesiones de este tipo aumentan hasta 10 por ciento, lo que representa el ingreso alrededor de una decena de pequeños entre el 24 de diciembre y el cinco de enero.
“Hemos tenido experiencias de otros años que estas lesiones llegan a ser tan graves que hay niños que han perdido algún dedo, lesiones muy severas en las manos con heridas cutáneas que han requerido injertos de piel u otro tipo de tratamientos”.
Más noticias: Muere prensado en vísperas de año nuevo
Por lo anterior el especialista hizo un llamado a la población para que tome precauciones al momento de utilizar este tipo de artefactos y especialmente que los más pequeños no los manipulen cuando estén solos pues es el momento en el que son más propensos a tener algún accidente.
“Lo importante es, primero, no utilizar los cohetes; prohibirles a los niños el uso de cohetes, sobre todo niños pequeños, menores de 15 años y si lo van a hacer que sea bajo la vigilancia de los padres y otro tipo de artefactos que se puedan utilizar y que no causen explosión”.
El titular médico alertó que los pacientes pueden llegar con quemaduras muy leves casadas solo por el calentamiento del artefacto en la mano, hasta lesiones profundas por las que los pequeños tienen que pasar hasta un mes con los aseos quirúrgicos hasta colocar el injerto cutáneo.
Te recomendamos: [Fotos] Así fue la boda de Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso
No obstante, explicó que la colocación del injerto no es la última parte del tratamiento toda vez que es necesario esperar unos tres meses para verificar que no sea rechazado, lo cual ocurre entre el 20 y 50 por ciento de los casos.
“Siempre hay un porcentaje de rechazo, entonces, hay que volver a injertar o simplemente nada más esperar que el tejido se revitalice”.