La violencia en contra de las mujeres va de la mano con la desaparición de persona y el feminicidio. Aquellas que son maltratadas sufren por otros factores que las afectan como depresión, baja autoestima y culpabilidad, coincidieron María del Rosario Arrambide González y Dulce María Pérez Torrez, académicas de la Universidad Iberoamericana y Upaep, respectivamente.
Después de conocer que en las primeras cuatro semanas epidemiológicas del 2019 un total de 103 mujeres acudieron a instancias médicas por lesiones a causa de la violencia intrafamiliar, siendo la cifra más alta en el último sexenio, según la publicación de este jueves de El Sol de Puebla se expresaron preocupadas por el aumento de este fenómeno en el estado.
Arrambide González consideró que no solo estas cifras de violencia y dentro del núcleo familiar, son preocupantes, sino también los feminicidios y la desaparición forzada de persona. Únicamente entre 2016 y 2017 ocurrieron 190 asesinatos de mujeres.
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Expresó que con base en investigaciones del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ, entre 2010 y 2016 se registraron 27 mil denuncias de mujeres violentadas ante instituciones jurídicas, de las cuales solo el dos por ciento recibió orden de protección, lo cual se traduce en un promedio de 480.
Expuso que es debido a la falta de interés y acciones por parte del gobierno estatal que continúa la violencia en contra de las mujeres y es la misma razón por las que las víctimas no les dan seguimiento a sus casos.
Dijo que en algunas ocasiones las afectadas llegan a los ministerios públicos o con los operadores de instancias dedicadas a ayudarlas, recibiendo comentarios que las revictimizan o las culpan por lo que les pasa y, en lugar recibir una orientación, llegan al hartazgo y deciden continuar en su contexto violento.
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Asimismo, añadió, se enfrentan a procesos dilatados que prefieren abandonar porque en sus investigaciones tardan en integrarse hasta un año, mismo tiempo en el que son señaladas por quienes las rodean.
Por su parte la académica de la UPAEP refirió que las estadísticas que se manejan son que, de cada 10 mujeres, nueve son violentadas de alguna manera. Resaltó que además de este fenómeno las víctimas tienden a desarrollar otro tipo de problemáticas como depresión, baja autoestima y culpabilidad.
Pero, también, miedo y en ocasiones tienen que desahogar el estrés por medio de diferentes manifestaciones como enfermedades relacionadas con el estómago, en la mayoría de las ocasiones.
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De tal forma que hizo un llamado para reconocer cuando están dentro de una relación violenta y un signo muy evidente puede ser que la pareja levante la voz dentro de conversaciones normales.
