Desde hace aproximadamente 17 años el cultivo y la venta del tulipán en Atlixco se convirtió en un negocio sólido, no solo por su alta demanda y precio accesible, sino también porque este municipio poblano cuenta con un clima favorable para su producción en invierno. Sin embargo, pocos viveristas se dedican a la siembra cada año, por los altos costos de inversión y los cuidados especiales que esta flor requiere.

Los bulbos de tulipán que utilizan en Atlixco no se producen México, sino que son importados de otros países como Holanda, Chile o Estados Unidos, lo que coloca a este cultivo con los costos más altos de inversión, pues por cada maceta un productor debe gastar mínimo 20 pesos, que es más del doble de lo que otras flores requieren, señaló Vicente Nieto Castillo, director del programa Ruta de las mil flores en Atlixco.

Además, el tulipán requiere de un clima frío, por lo que quien decida incluir este cultivo en su vivero debe montar una infraestructura para que no reciban luz solar, o bien, invertir en cámaras de refrigeración para que aseguren un cultivo exitoso, además de la programación exacta del sembradío, el monitoreo y el riego continuo.

Pese a ello, la venta y producción de esta flor ha sido exitosa para quienes se dedican a este cultivo en Atlixco, que aunque son pocos, logran vender la producción total en un lapso no mayor a dos meses, y mantienen mermas del producto por debajo del 3 por ciento.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) estatal, hasta febrero de este año (cuando finalizó la temporada de esta flor) se registró que en la zona de viveros de Atlixco 300 familias dedicadas a este negocio lograron una producción total de 300 mil macetas de tulipán, con una variedad de 30 especies.

A decir de José Cinco Patrón Ibarra, investigador del Instituto de Ciencias y Centro de Agroecología de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), para que más productores incluyan este cultivo en sus viveros requieren más que solo el capital para invertir en los insumos y la infraestructura adecuada.

“Necesitan capacitarse para hacer bien las cosas, la mayoría tiene la experiencia, pero no la suficiente, además de la promoción de su trabajo, para que más personas sepan que Puebla produce tulipanes”, apuntó.

¿Qué tipo de Tulipanes se cultivan en Atlixco?

La producción de los tulipanes favorece el turismo en el municipio cada año, pues a partir del 24 de diciembre, cuando finaliza la venta de nochebuenas, comienza la llegada de visitantes para la temporada de tulipanes, la cual finaliza cada 14 de febrero.

El precio de cada maceta con quienes cultivan la flor está a partir de los 40 pesos, dependiendo del tamaño de la flor y de la especie, entre ellas Strong Golg (amarilla), Strong Love (roja), Ile de France (carmín), Leen Van Den Mark (rojo con blanco) y Dinasty (rosa), por mencionar algunas.

Este año se estima un incremento en la producción de tulipanes a diferencia de la temporada pasada. Los dos principales viveros de la zona, El Encanto y Flor Natura estiman dar cierre a la temporada con aproximadamente 160 mil macetas, aunado a lo que cultiven otros productores en menor cantidad.

Vicente Nieto compartió que al inicio de este cultivo en Atlixco la producción no rebasaba las cinco mil macetas, que corresponden a 15 mil bulbos, porque se plantan tres en cada una. “Empezó la demanda y de ahí no fuimos los únicos que la empezamos a producir”, expuso.

Gracias a la variedad y los precios accesibles que ofrecen los productores, cada año el municipio recibe compradores de varias regiones de Puebla y de otros estados del país, principalmente de Veracruz, Tlaxcala, Oaxaca y Morelos.

“El precio aquí en Atlixco es accesible, porque también traen a Puebla tulipán del Estado de México, pero sale más caro por los gastos de traslado”, explicó.

Los viveristas cultivan la flor de manera gradual, los bulbos que reciben del extranjero cada ocho días los siembran durante ese periodo, con el fin de tener producción lista cada semana a partir del 24 de diciembre y hasta el 14 de febrero.

Aun cuando no todos los viveristas se dediquen a su cultivo, la mayoría la comercializa. “Hay dos o tres viveros grandes que se dedican a su cultivo, pero los demás productores prefieren comprar con ellos el tulipán, ya que les sale mejor revenderlo que producirlo, por los cuidados que este requiere (…) no les pueden dar las condiciones porque se les complica, es más fácil que lo revendan, y eso también nos favorece”, resaltó Nieto Castillo.

Productores no pueden sumarse al cultivo fácilmente

Contar con la infraestructura para albergar el cultivo del tulipán no es la única limitante a la que se enfrentan los productores que buscan sumarse a esta actividad, pues además de ello, deben contar con el personal suficiente, estar capacitados sobre los procesos de la flor y tener buenas estrategias de promoción para lograr vender toda su producción y no perder su inversión, señaló Patrón Ibarra.

“Deben capacitarse para hacer bien las cosas, algunos no tienen la experiencia, a lo mejor sí, pero no la suficiente (…) a eso se suma que los bulbos son caros, a pesar de que es una flor conocida no tiene un gran mercado porque el consumidor no está acostumbrado a ellas, porque ese cultivo no es de nosotros, ni es nativo de México”, explicó.

Resaltó que, en caso de que más productores se sumen a esta actividad, deben trabajar en el posicionamiento de su producto, debido a que, si bien se ha logrado vender en los últimos años la producción de Atlixco, estas flores no se colocaron en zonas locales, sino que la mayor parte se mandó a otros estados.

“La sociedad poblana no está acostumbrada a comprar tulipanes para regalar, porque muchos no saben ni dónde los producen, porque no todas las florerías los tienen, Puebla aún no está relacionada con la producción de tulipán”, abundó.

En otro orden de ideas, consideró que Puebla difícilmente se adueñará de este cultivo, debido a que la entidad no cuenta con los permisos para reproducir los bulbos, sino que únicamente puede establecer convenios internacionales de adquisición.

“El mercado de las semillas está certificada y registrada, pueden reproducirlas, pero no es viable porque no van a germinar y si llegan a hacerlo se convierte en un delito (…) uno ve una simple semilla, pero es tecnología, tienen un registro y patente, Puebla no puede usar semillas que no produjo”, precisó.

Abundó en que Holanda, Chile y Estados Unidos, de donde importan los bulbos, cuentan con los derechos sobre el desarrollo del color de cada uno, gracias a las modificaciones genéticas que realizaron sobre estos.

“Incurriría en un delito si siembra la semilla y la sigue reproduciendo, no obstante, existen algunas regulaciones que sí permitirían que puedan empezar prácticamente desde cero para hacer sus propias mejoras, pero hacen falta genetistas que puedan realizar estas intervenciones, y las condiciones climáticas tampoco lo permiten, no hace tanto frío como en Holanda o en Chile, no tenemos esos lugares de frío permanente”, remarcó.

¿Cómo se cultivan los Tulipanes en México?

La producción de este cultivo debe ser precisa y organizada para lograr el mínimo porcentaje de merma, coincidieron viveristas entrevistados por El Sol de Puebla, pues cualquier error en la cantidad de agua de riego o la temperatura a la que sean expuestas puede arruinar el proceso.

“Los bulbos de esta planta requieren de muchas horas frías, de hasta cinco grados centígrados o menos, incluso aguantan congelaciones y temperaturas por debajo de los 0 grados, (…) y precisamente por la temporada invernal, que el municipio es frío, aprovechan las fechas para su cultivo”, compartió Tiare Santiago Fuentes, viverista de Flor Natura.

Es por ello que los bulbos importados llegan casi congelados al municipio con una delgada cáscara, la cual es retirada por los productores y de inmediato es sembrada para que se adapte a la maceta, debido a que no detienen su ciclo de germinado, incluso cuando no han sido plantados, por lo que pueden crecer en agua sin la necesidad de recibir abono, siempre y cuando estén en un clima frío.

¿Cuándo es temporada de tulipán?

Es por ello que los productores poblanos inician este proceso durante la primera semana de noviembre, para que los tulipanes puedan florecer en diciembre y enero, que son los meses más fríos en el municipio.

Tiare explicó que, además del frío y la penumbra, esta flor requiere tres riegos abundantes al día. “Le gusta la humedad, siempre debe tenerla, incluso cuando compran las flores recomendamos ponerle hielos porque le gusta el clima frío”, comentó.

El monitoreo es parte fundamental de este proceso, pues una vez sembradas, los productores deben revisar que las raíces de la flor crezcan correctamente y se tornen de color blanco, casi transparentes.

“Si la raíz empieza a ponerse amarilla o café es síntoma de que la planta no está bien, y se considera como la merma de la producción, a veces cuando vemos que no va bien la siembra tenemos que realizar otro tipo de procesos para que no se eche a perder, aunque implique más costos”, afirmó.

Por su parte, Nieto Castillo, quien además administra la producción de flores en vivero El Encanto, compartió que, al ser este cultivo de los más importantes en la zona, buscan disminuir cada año el porcentaje de merma de esta planta. En particular este negocio mantiene una merma anual del tres por ciento, pero su objetivo es dejarla en el uno por ciento.

“Es una producción celosa, alrededor de 15 personas se dedican exclusivamente al sembrado y cuidado de esta flor durante seis semanas hasta que se termine la temporada (…) para evitar errores nosotros planeamos la producción desde un año antes”, finalizó.