En Puebla es difícil hablar de infraestructura médica sin mencionar al Hospital de Especialidades “San José” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Los tres servicios que lo caracterizan son oncología, en hospitalización; insuficiencia renal, en consulta externa; e infarto agudo al miocardio, en el área de defunciones.
Un día como hoy pero de 1958 fue inaugurado el hospital en la 2 Norte 2004, por lo que cumple 60 años de existencia siendo uno de los más importantes de su tipo a nivel nacional. Cuenta actualmente con 325 camas y una plantilla de mil 828 trabajadores, bajo la dirección del doctor Eduardo Morales Hernández.
El valor médico de este nosocomio ha llegado al grado de que hospitales como La Raza y el de Especialidades de la Ciudad de México han solicitado el apoyo en tratamientos relacionados con células hematopoyéticas y sigue creciendo, pues tiene dos proyectos valorados en alrededor de 70 millones de pesos cada uno.
LOS SERVICIOS
Los principales servicios que el nosocomio ha realizado son cirugía de corazón a tórax abierto durante algún periodo; en 1974, la terapia intensiva; y en 1979 iniciaron las especialidades principales como medicina interna, cirugía general, otorrinolaringología y oftalmología, por mencionar las principales.
Una de las cirugías más importantes que se realizó fue un reimplante de antebrazo, que fue reconocida en materia médica en su momento.
De la misma forma, en la actualidad el nosocomio destaca por los resultados de trasplantes de riñón y células progenitoras hematopoyéticas, además del tratamiento de otros padecimientos complejos, como cáncer, problemas cardiovasculares y neurológicos.
Por su parte, Morales Hernández señaló que la sociedad poblana, antes de pensar en cualquier otro hospital, siempre piensa en “San José” para recibir algún tratamiento, a pesar del crecimiento de otros nosocomios con infraestructura más moderna.
Admitió que el patrón epidemiológico con el que cuenta es encontrado, toda vez que entre el 50 y 60 por ciento de los pacientes tiene cáncer, es decir, se encuentran en la hospitalización; en consulta externa reciben a personas para tratamiento de trasplante renal.
Sin embargo, las principales defunciones en el Hospital de “San José” son por infarto agudo al miocardio. Cada año el nosocomio realiza alrededor de 140 trasplantes renales, 100 de córnea y 32 de células hematopoyéticas progenitoras.
“Somos el único hospital que maneja todos los tipos de trasplantes de células hematopoyéticas progenitoras y entonces todos los tratamientos que no han funcionado en centros tan prestigiosos como son La Raza y Especialidades de la Ciudad de México nos han pedido también nuestra opinión para, entonces, implantar los tratamientos que nosotros manejamos”, expresó.
SIGUE CRECIENDO
A seis décadas de existencia, el nosocomio tiene la intención de seguir creciendo, por lo que, con un costo estimado de 72 millones de pesos, el director presentó un proyecto a la federación para la construcción de una unidad de trasplantes que permita incrementar por lo menos al doble, es decir, a cuatro, el número de cuartos aislados, donde se pretende realizar, además, trasplante de células hematopoyéticas progenitoras.
El segundo proyecto tiene que ver con la creación de áreas para el manejo de pacientes inmunocomprometidos, es decir, personas con cáncer a quienes tienen que disminuir las defensas a cero para que no rechacen los trasplantes y eliminar las células cancerosas, esto con un presupuesto estimado de 73 millones de pesos.
TAMBIÉN HAY LEYENDAS
El nombre de San José lo obtuvo porque se ubica frente a la parroquia con el mismo nombre, sin embargo, el verdadero nombre del nosocomio es Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Manuel Ávila Camacho.
Asimismo, se dice que, como en todos los hospitales, siempre hay una enfermera muy elegante que atiende a los pacientes y revisa sus signos vitales; sin embargo, cuando los pacientes preguntan por ella el personal sabe que no existe y así se los hace saber.
SEIS DÉCADAS DE VIDA
Rolando Jaime Revilla fue director del nosocomio en el periodo 1982 a 1992; sin embargo, conoce la historia a la perfección. Sabe que el edificio en el que ahora se ubica fue un cuartel militar de San José que albergaba a “Los dragones de la Reina” en 1783, en el que incluso estuvo detenido el expresidente de la república Benito Juárez antes del obtener el cargo.
El edificio se habilitó en este terreno gracias a una donación del gobierno estatal y comenzó a prestar servicio con la instalación de 294 camas, 28 consultorios y seis quirófanos. Su primer director fue el doctor Raúl Hernández Jauregui, por lo que desde entonces han desfilado alrededor de siete líderes al frente del nosocomio.
“Anteriormente, cuando empezó el seguro en 1940, aquí en Puebla empezó con la Clínica 1, que está en el Paseo Bravo, después hicieron la Clínica 2, que estuvo en la 5 de Mayo, pero no había camas para hospitalizados, entonces, ante la necesidad del servicio (porque la afiliación de derechohabientes fue masiva), se subrogaron a varios hospitales”, explicó.
Debido a que los derechohabientes estaban dispersos en diferentes nosocomios, en 1948 se inauguró el primer hospital del IMSS en lo que ahora se conoce como “El Portalillo”, a un costado del Teatro Principal, en la gestión del expresidente de la república Miguel Alemán.
“Era un edificio un tanto viejo, entonces decidieron que se debía hacer un hospital específico y se decidió que aquí se derrumbara el cuartel y así se empezó a construir”, explicó al tiempo de recordar que el expresidente de la república Adolfo Ruiz Cortines fue el encargado de la inauguración el 31 de octubre de 1958.