La representación del viaje de las almas a través del mundo de los muertos, que para los antiguos mexicas era llamado el Mictlán, cumplió 27 años de ser representado en este Pueblo Mágico, que aprovecha esta tradición para evocar el mito que le da nombre. Además, es uno de los espectáculos conmemorativos más importantes en estas fechas en el país y reúne a poco más de 15 mil asistentes en la suma total de las tres representaciones de este año. Se acompaña de otras tradiciones como el Paseo de las antorchas y la "Ofrenda de las 1000 velas".

Según explicó Cástulo González, regidor de Gobernación en el cabildo de Chignahuapan, hubo tres presentaciones: las dos primeras con costo y la que ocurrió el 1 de noviembre fue gratuita.

Aunque el guión de esta representación no sufre muchas modificaciones para ajustarse al mito de los nueve niveles que atraviesa el alma en su descenso al lugar de los muertos y donde se encuentra con distintas pruebas, este año se innovó en la forma en que interactúan los más de 40 actores con los asistentes. Además, se utilizó una pantalla gigante para que el espectador pueda apreciar la tradicional puesta en escena, junto con otros cambios en la pirotecnia.

En esta ocasión se pudieron apreciar más las vestimentas, el maquillaje y todo lo que integran los actores en esta representación, cuidando cada una de las caracterizaciones.

Según la fuente, la representación de este año ha sido la más espectacular en mucho tiempo. El tiempo de preparación es de tres meses previos a la primera presentación.

"Geográficamente, en los tiempos prehispánicos, el Mictlán era un lugar en el que había bosque, no aparece en la geografía del imperio azteca, pero sí aparece en el imperio de esa cultura; Chignahuapan es un lugar de culto en el que venían a ofrendar a los muertos, aquí en el río Chignahuapan", dijo la fuente.

Actúan entre 46 y 48 personas en la plataforma que se coloca frente al teatro y sobre la laguna, tal y como se ha hecho en los últimos 13 o 14 años. Son parte de las más de 130 personas que participan en este proyecto, tras bambalinas y en la producción. Para el entrevistado, le tocó estar presente desde el inicio de este festival, iniciado por el Club Chignahuapense, de la mano de Eduardo Arroyo Cruz, quien ya no pudo ver la primera representación de este espectáculo que promovió, ya que falleció de cáncer un mes antes del primer festival.

Héctor Castilla es el director artístico desde 2008, y Eybar Aguirre se ha encargado de la luz, sonido y los efectos del festival, además del apoyo que brinda cada administración municipal. Este año, la primera representación llevada a cabo el pasado 27 de octubre congregó a alrededor de 3,500 personas; al día siguiente, además de contar con la presencia del gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, también estuvo el secretario de Cultura. Ese día asistieron a la presentación alrededor de 4,500 personas y, en la del miércoles, la afluencia rondó los 8,000 asistentes, para sumar poco más de 15,000 personas que apreciaron este espectáculo en 2023.

Según la fuente, hubo asistentes de Estados Unidos, varias partes de Europa como España, Holanda, Alemania e incluso de Australia (Oceanía), además del turismo nacional y local. Además de este Festival, otra de las actividades asociadas con el Día de Muertos es la ofrenda de las 1000 luces, que usualmente se encuentra en el centro de la ciudad, junto con los tapetes hechos por artesanos de este municipio. Cada uno con motivos mitológicos mexicas muy específicos, como la representación del Mictlán, la representación de Chignahuapan y del Chignahumictlán, las representaciones de Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, y los nueve que describen los nueve niveles por los que atraviesa el alma durante su travesía por el Mictlán.