Han pasado 60 días desde que el paciente número 1 de Italia por contagió de Covid-19 calificara a la comunidad de Codogno en un foco rojo de la pandemia y paralizara al país europeo de la costa mediterránea.
Este fin de semana, las autoridades han permitido una semilibertad a sus habitantes y ya pueden salir a la calle, pero ahora deben seguir las medidas de sanidad. Sin embargo, la nueva decisión mantiene en inquietud a sus habitantes, como sucede con el poblano, Fernando Bermúdez López, de 41 años.
El padre de familia informa que esta nueva medida da miedo porque el brote de contagios podría regresar y cobrar más víctimas mortales. Más 29 mil fallecidos se tienen contabilizadas hasta las 5 de la tarde de este 4 de mayo en ese país.
“Después de 60 días revive la vida en Italia y vamos a ver qué tal nos va. Tengo miedo de que la gente exagere, que se les den la mano y se lo tomen de más; tengo miedo de regresar a la fase 1, de contagios por coronavirus, con todas persecuciones que eso implica, como las económicas”, manifiesta consternado.
Fernando Bermúdez lleva 14 años viviendo en Milán, región de Lombardía y nunca imaginó que este país de primer mundo se convirtiera en un pueblo fantasma y que el virus atacara a más de 211 mil habitantes, principalmente personas de la tercera edad.
“Hubo un error porque los primeros casos de Covid-19 no fueron atendidos adecuadamente y propagaron el virus, eso ocasionó que cerraran pueblitos con el Ejército, los declararon zona roja y fueron cerrados los pueblos, en 50 días nadie podía salir o entrar; solo una persona podía ir súper y esas medidas hicieron que bajaran los casos. No estamos en China en donde si te apuntan con pistola, pero si hay mucha vigilancia”.
La ciudadanía respetó el confinamiento y las únicas actividades que se desarrollaban eran las relacionadas a las compras de alimentos, en las tiendas las filas eran mayor a cinco calles porque la gente tomaba perfectamente la distancia.
La desobediencia se castigaba de 300 a 600 euros (podrían superar los 15 mil 780 pesos). En cada salida tenías que portar el documento de justificación de salida en la que destacaba la frase “Dichiara sotto la propria responssabilitá” (declara bajo su propia responsabilidad, en español).
Hasta hace un mes no se veía una luz al final del túnel y la situación económica para todos era más difícil, agrega Bermúdez López: “Había preocupación porque sí hay buen apoyo para los trabajadores formales, con apoyos por su salario en un porcentaje de 20 a 60%. Los problemas son para los trabajadores irregulares”.
Bermudez informa que mantiene su empleo en Unipolsai, una empresa de servicios financieros y como su esposa italiana, con la que tiene 12 años juntos, sigue con empleo a través del Smart Working (trabajo en casa).
El padre de familia relata que en materia de educativa si fue un golpe duro que los menores de edad comenzaran con clases desde una pantalla y que si existe incertidumbre académica porque precisamente hace unos días los alumnos pasaron al siguiente año, su hija de segundo a tercero de primaria.
PAREJAS SE VAN A SEPARAR
El confinamiento en Milán podría dejar muchas rupturas amorosas y regresar a la soltería a parejas que tienen años juntas, debido a que la convivencia en el encierro se ha complicado.
“Conozco casos de personas que se gritaban todo el día y que apenas puedan se divorciarán. No lo hacen ahorita porque está cerrado, pero cuando reabran yo creo que lo harán. Serán divorcios de masas, y es natural, nadie está preparado para un encierro de esta naturaleza”, dijo Fernando Bermúdez.
El poblano comentó que en estos momentos los niveles de estrés son exponenciales y hasta los calificó como “una olla express”: “cualquier problema se exagera y dramatiza”, agrega.
Esta semana, en Italia se espera que mejoren las cosas porque habrá mayores libertades, la gente podrá salir al parque, hacer algunas reuniones con la familia, la pareja, no obstante, nadie puede aún salir de su estado.
“Se van abrir los negocios y la economía local, pero nadie puede entrar ni salir, esperemos que esta estrategia funcione”.
Hay una esperanza para que sea en septiembre cuando se recupere la normalidad en Italia y que los niños regresen a las aulas normales, los jóvenes a divertirse en espacios recreativos y los turistas a tomar fotos de los monumentos del país europeo.
Fernando dice que en México el panorama no es claro, que las políticas de gobierno que se han tomado son poco severas y que confía que el brote de contagio no sea tan grave como en las ciudades de Europa.
“El tiempo juzgará las estrategias del presidente Andrés Manuel López Obrador. En Europa funcionó el confinamiento, en China una sanción severa y en México, el problema será para los pobres, porque antes de que los mate el virus, los matará el hambre, por la falta de ingresos, de trabajo”, concluyó.
