La deforestación en el estado, que ha impactado a 70 mil hectáreas de bosque, ha sido causada por diversos agentes como incendios forestales, malas prácticas agrícolas y tala clandestina, informó Rolando Montero León, suplente de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Puebla cuenta con 1.6 millones de hectáreas de superficie forestal, que abarca parques nacionales como el Izta-Popo, la Malinche o la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, por lo cual el territorio con daños ronda en el 4.3 por ciento.
Sin embargo, a través del Programa Nacional Forestal la meta es reforestar hasta 6 mil 500 hectáreas cada año, actividad que supera la media nacional en sobrevivencia de diversas especies de árboles que producen plantaciones comerciales, ya que 74 de cada 100 unidades subsisten, cifra que supera la media nacional que es de 72.
Un ejemplo de una plantación es la que se encuentra en el municipio de Chignahuapan, en el ejido denominado Peñuelas Pueblo Nuevo, donde alrededor de 100 familias han encontrado una actividad productiva aprovechando el bosque.
De acuerdo con el presidente del Comisariado Ejidal, Baldomero Ortega, se estima que este año el vivero que inició sus actividades en el año de 1996, dará alrededor de 800 mil árboles, los suficientes para plantar en las 988 hectáreas de bosque con las que cuenta el ejido que tiene una superficie total de mil 647 hectáreas.
Por cada árbol cortado, dijo, los ejidatarios siembran otros 70, por lo cual la producción debe ser constante cada año; sin embargo, durante 22 años de realizar esta actividad se han invertido en el ejido incluso para habilitar un laboratorio en donde se seleccionan las mejores semillas que se van a sembrar, de diferentes especies de pino.
El ejido, que es uno de los dos que son instructores, es decir, capaces de enseñar a otros el proceso de aprovechamiento del bosque debido a su experiencia, cuenta con un área para recoger semillas, con máquinas y una cámara en frío para mantener por varios años a las mejores, también tiene un laboratorio, un vivero, terrenos boscosos, un aserradero y una zona donde se produce carbón.
Casi todo, explicó, es aprovechado por los ejidatarios, incluso lo que pudiera verse como madera que ya no sirve para la venta, es aprovechada por un grupo de mujeres que hace artesanías para venderlas a la comunidad, por pedido.
EL BOSQUE
El comisario ejidal explicó que de manera natural un árbol tarda en salir alrededor de tres años, pero sembrando las semillas ese tiempo prácticamente no existe porque se da de forma inmediata.
El aprovechamiento de la madera es la principal fuente de ingreso para esta comunidad que ha frenado desde hace 15 años la tala clandestina porque el grupo encargado del ejido comenzó a imponer multas hasta de 3 mil pesos si un ejidatario se llevaba un árbol sin autorización y hasta de 30 mil pesos si cortaba varios.
“Se los descontamos de sus ganancias”, señaló Baldomero. Sin embargo, a los extraños se les imponía una denuncia penal. Solo así se redujo la tala ilegal.
Las ganancias financieras para este ejido rondan en los 4 mil pesos aproximadamente por cada árbol, del cual se pueden aprovechar hasta 3 metros cúbicos de madera, pero este año esperan vender alrededor de 6 mil 500 metros cúbicos, cifra que equivale a una utilidad aproximada de 8.6 millones de pesos, que se reparten los ejidatarios por partes iguales.
LA DEFORESTACIÓN
Montero destacó que una de las causas principales de la deforestación es la degradación del suelo en diferentes grados, debido a las malas prácticas agrícolas en las cuales se busca producir la mayor cantidad de alimentos, pero al final, el suelo se pierde y se vuelve infértil, el viento es otra causa.
Asimismo, los incendios forestales, explicó, son también otro origen de desforestación, así como la tala ilegal. “Para recuperar un centímetro de suelo, tardamos 100 años, no le damos importancia al suelo pero es el sostén de todos, podemos manejar y prevenir la erosión de los suelos”, aseguró en entrevista.
Comentó que este año ingresaron a los diferentes componentes que tiene el programa nacional alrededor de mil 500 solicitudes, mismo que cuenta con un techo presupuestal nacional de 120 millones de pesos.
El ejido Peñuelas Pueblo Nuevo ingresó este año un proyecto para realizar trabajos de poda de árboles en 14 hectáreas; cada una de ellas tiene alrededor de mil 200 árboles, que tienen que ser cuidados para garantizar su sobrevivencia.
Una semilla, de acuerdo con el biólogo del ejido Rodolfo Ramírez, tarda alrededor de ocho meses para que pueda ser llevado al campo, por lo que el trabajo de reforestar el bosque requiere paciencia.