De enero del 2022 a enero del 2023 el ilícito de abuso sexual pasó de 50 carpetas de investigación a 68 indagatorias, convirtiéndose en uno de los delitos sexuales con más presencia en el estado y con más repunte. Fueron 27 demarcaciones con denuncias de este tipo, pero los municipios con más incidencia: Puebla, Atlixco y San Pedro Cholula.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) informó que el primer mes de año sumó un total de 68 carpetas por el delito de abuso sexual, que, de acuerdo con el Código Penal de Puebla, es cuando sin consentimiento, obligan a ejecutar para sí o en otra persona, actos sexuales sin el propósito de llegar a la cópula.
Las 68 indagatorias representaron un alza, pues en el mismo mes, pero del 2022 se sumaron 50 carpetas, es decir, que para este 2023 se enlistaron 18 indagatorias más. Además, todo el año pasado se contabilizaron 933 casos.
En enero del 2023 las 68 carpetas se abrieron en 27 municipios del estado, siendo el desarrollo el siguiente: Puebla (27), Atlixco (4), San Pedro Cholula (4), Tehuacán (3), Acajete (2), Acatzingo (2), Cuautlancingo (2), Huejotzingo (2), Hueyapan (2), San Andrés Cholula (2), Tecamachalco (2).
El resto de municipios fue una carpeta: Ajalpan, Amozoc, Huauchinango, Juan C. Bonilla, Nealtican, San Jerónimo Xayacatlán, San Martín Texmelucan, San Miguel Xoxtla, San Salvador el Verde, San Salvador Huixcolotla, Santiago Miahuatlán, Santo Tomás Hueyotlipan, Tlahuapan, Xochiapulco, Zacatlán y Zinacatepec.
Hay que mencionar que, en esta ocasión, el abuso sexual estuvo por arriba del acoso sexual, que este enero sumó 17 carpetas de investigación, también del hostigamiento sexual que registró cuatro indagatorias. Convirtiéndose en uno de los delitos sexuales con más presencia en Puebla.
En la pasada legislatura, la ex diputada Rocío García Olmedo, mencionó que quienes son víctimas de abuso sexual, sufren consecuencias conductuales, sociales y de salud mental similares, no obstante, las niñas y las mujeres son quienes soportan una carga más abrumadora de traumatismos y enfermedades resultantes de la violencia y la coacción sexual.
De acuerdo con la legisladora y estudios que hizo para presentar sus iniciativas, las consecuencias por abuso sexual son las siguientes: depresión, trastorno por estrés postraumático, ansiedad, dificultades del sueño, síntomas somáticos, comportamiento suicida y trastorno de pánico.
En su opinión, el abuso sexual, como cualquier otro delito de violencia sexual constituye una violación grave de los derechos humanos, derechos que son universales, indivisibles, irrenunciables, permanentes, interdependientes, progresivos, irrevocables, que protegen la condición humana de toda persona, especialmente a los grupos vulnerables.
Es preciso mencionar, que también se considera abuso sexual cuando se obligue a la víctima a observar un acto sexual, o a exhibir su cuerpo sin su consentimiento. A quien cometa este delito, se le impondrá pena de seis a 10 años de prisión y hasta 200 días multa, pero si se hiciera uso de violencia, física o psicológica, la pena se aumentará en una mitad más en su mínimo y máximo.