ATZITZIHUACÁN, Pue.- En las casas de los damnificados por elterremoto es visible que ha llegado apoyo en cuanto a víveres,pues se aprecian paquetes con enlatados, agua y otros bienes deconsumo. No obstante, dos o más habitaciones, donde dormían ococinaban, se vencieron con el temblor del 19 de septiembre, ytodavía hay quienes duermen en casas de campaña, fuera de sushogares y a un costado del adobe que cayó.
Claudio y Valentín Molina son dos hermanos que viven en lacalle Vicente Guerrero, de la junta auxiliar de San FranciscoXochiteopan. No lo perdieron todo, pero sí las habitaciones en lasque sus familias se resguardaban del frío que a veces carcome, enel lado centro-oeste del estado.
En la casa de don Claudio viven dos familias. La cocina y un“cuarto rosa” entregada por el Gobierno de la República, secuartearon, por lo que ambas instalaciones quedaron inutilizables.Una bebé dormía en la habitación afectada, pero sus padres yella se mudaron a otro espacio en la misma casa, para evitar algunaafectación en caso de otro sismo o de las lluvias. “Lo principal es que hagan los cuartitos porque,ajá, damos permiso que los tumben pero si no lo hacen, ¿quévamos a hacer?”, dijo una de las habitantes, quienagregó que la cocina, aún con riesgo de colapso, se usó parapreparar la comida alusiva a la fiesta de la comunidad, que fue el4 de octubre.
En la casa del señor Valentín viven once personas, algunas delas cuales duermen en el suelo debido a que una habitación de sucasa fue afectada por el sismo.
Coincidió con su hermano en agradecer a la población el apoyoen despensas, aunque dijo que lo que realmente hace falta es lapronta reconstrucción. Explicó que la comunidad está presta paraponer la mano de obra, aunque necesitan recursos para la compra dematerial, pues las casas estaban hechas de adobe.
Su familia se dedica al campo, a cosechar maíz, amaranto, chíay frijol. Esperan que “les toque” pronto el uso de la máquinapara demoler –que está prestando un grupo político-, aunquedespués no sabrá si el gobierno federal apoyará pronto, o elprocedimiento se hará en varios meses. “Ese cuarto lo van a quitar y por eso pusieroncintas amarillas pero seguimos usando la cocina porque no tenemosde otra. Nos dijeron que fuéramos al albergue porque pensamos queiba a haber lonas para ponerlas aquí pero no había nada. Noestamos seguros en la casa pero es lo que hay”, dijo donValentín. Este sábado, que El Sol de Pueblavisitó el municipio, don José Leodegadrio Pérez, con 50 añosviviendo en la junta auxiliar, se encontraba con sus parientesdemoliendo cuatro habitaciones que fueron afectadas con elsismo.
Él dijo que la situación del municipio amerita apoyo parareconstrucción, como láminas, block, cemento, y otros materiales,pues varias viviendas tienen cuarteaduras y desprendimientos.“Están muy buenaslas despensas pero ojalá nos quisieran ayudar para trabajar”,comentó uno de sus parientes. La señoraAlejandra Zapata es otra de las damnificadas del sismo. Ella y susnietos alcanzaron salir de la habitación antes de que se venciera.Ahora cuenta la historia, y espera que la autoridad no se olvide deellos.