El volcán Popocatépetl incrementó su actividad al registrar 233 exhalaciones entre el jueves y viernes, mientras que en los días anteriores no superaban las 48, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Pese a esta actividad, el semáforo de alerta volcánica se mantiene en amarillo fase dos, de acuerdo con este organismo que depende de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Las exhalaciones, que registraron entre las 10:00 horas del viernes y la misma hora de hoy, fueron de baja intensidad acompañadas de vapor de agua, gas y en ocasiones por ligeras cantidades de ceniza.

"Durante la noche se observó incandescencia en el área del cráter", informó este organismo.

Al momento del reporte se apreció una ligera emisión de vapor de agua y gas con dirección predominante al sur-suroeste.

El día de 16 de marzo de 2018 se realizó, con apoyo de la Policía Federal, un sobrevuelo de reconocimiento al volcán Popocatépetl, en el que pudo corroborarse que el cráter interno mantiene sus dimensiones de 320 metros de diámetro y alrededor de 100 metros de profundidad.

"En su fondo se pudo observar un pequeño domo (numero 78) de 50 metros de diámetro y unos 30 metros de espesor. En las paredes del cráter interno se pudieron ver restos de domos anteriores. Durante el sobrevuelo se pudieron ver emisiones de gas procedentes de la superficie de este nuevo domo".

El Cenaprd advirtió que es probable que en los próximos días a semanas este domo aumente su tamaño y eventualmente sea destruido mediante explosiones de pequeñas a moderadas.

El organismo exhortó a la ciudadanía a no acercarse al volcán y sobre todo al cráter, por el peligro que implica la caída de fragmentos balísticos. Recomendó que, en caso de lluvias fuertes, alejarse de los fondos de barrancas por el peligro de deslaves y flujos de lodo.

Los escenarios previstos para esta fase del semáforo volcánico, son las siguientes: continuidad en la actividad explosiva de escala baja a intermedia, lluvias de ceniza leves a moderadas en poblaciones cercanas y posibilidad de flujos piroclásticos y flujos de lodo de corto alcance.