Descartan explosivos en desplome de helicóptero de exgobernadora de Puebla

El fuego que consumió la aeronave  se generó después del impacto, revela informe

Elena Domínguez

  · lunes 28 de octubre de 2019

En el helicóptero Agusta que se desplomó el pasado 24 de diciembre y ocasionó la muerte de la exgobernadora Martha Erika Alonso y su esposo el exsenador Rafael Moreno Valle, no tenía explosivos, el fuego que consumió la aeronave se generó después del impacto con el suelo, revela el informe de hechos emitido por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Aunque no se otorgan detalles sobre el peritaje que realizó la Secretaría de Marina respecto a la presencia de explosivos o indicios de un atentado, afirma que en ese caso las investigaciones se concluyeron prácticamente dos días después del accidente.

En el documento se explica que el 25 de diciembre acudieron a la zona del desplome expertos en explosivos y el binomio canino para descartar la presencia cualquier elemento relacionado con una detonación.

Para el 26 de diciembre, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo confirmó que después de un análisis exhaustivo y cuidadoso de los restos de la aeronave se determinó que no hubo presencia de explosivos, cita el informe.

Al concluir que no había indicios de explosivos en el helicóptero, se da pie al inicio de la investigación en aeronáutica civil, con la participación de expertos, del fabricante de la aeronave y los representantes acreditados en fabricación de motores y cuerpo básico.

INVESTIGARON SOBRE LOS RESTOS DEL AGUSTA

Aunque la mayoría de los componentes estaban consumidos por el fuego, algunos únicamente estaban destruidos pero no dañados por las llamas, como los dos motores de la planta motriz, núcleo y la transmisión principal, el rotor principal y servo-actuadores hidráulicos, flechas principales; la raíz de las palas principales y del rotor de cola presentan daños característicos de haber estado girando al momento del impacto.

Las evidencias indican que el helicóptero impactó invertido contra el terreno, con una inclinación estimada de 60° incendiándose de inmediato, por lo que el cuerpo básico y todos sus componentes, instrumentos, dispositivos electrónicos, partes y accesorios, fueron consumidos por el fuego en su totalidadexpone el informe.

La SCT explicó en su informe de hechos que el calcinamiento de la aeronave se originó luego que los depósitos de combustible se rompieran por el impacto en el terreno de cultivo de Coronango y una vez que se derramó sobre partes que estaban calientes y tenían corriente eléctrica ocasionaron el fuego.

EL PILOTO NO REPORTÓ EMERGENCIAS

El piloto a cargo del vuelo, Roberto Cope Obregón, reportó su salida desde “El Triángulo” pero en realidad lo hizo de una casa habitación, reafirma el informe, aunque en éste ya no se menciona que era la residencia del empresario priista José Chedraui Budib.

El informe de hechos expone que además, la tripulación no reportó la existencia de una emergencia a bordo, por lo que no hubo un antecedente para intervenir. Asimismo, se detalla que a las 14:35 horas del 24 de diciembre se emitió la última comunicación y al piloto se le buscó al menos nueve veces más.

De acuerdo con la necropsia realizada tanto al piloto como al copiloto, se descartó que alguno de los dos hubiera ingerido alcohol etílico, cocaína, marihuana, anfetaminas, benzodiacepinas o barbitúricos.

El Sol de Puebla publicó en su edición del 26 de octubre que el helicóptero Agusta presentaba daños al menos en una pieza y esta falla no fue atendida en el plazo recomendado por los técnicos a la empresa propietaria, Servicios Aéreos del Altiplano.