Recorrer los tianguis de Puebla hasta los mercados de pulgas en Francia para conseguir los discos de vinilo más raros, exóticos y valiosos del mundo, es el pasatiempo de Tania Díaz y Josué Martínez, una pareja de coleccionistas poblanos, que dedican parte de su vida a la búsqueda de esos tesoros musicales perdidos entre la multitud.
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Vinilos de 10 hasta 40 mil pesos, originales, piratas, negros, de colores, animados, de reggaeton, de rock, españoles y japoneses, es tan solo una probadita de lo que contiene su colección de 300 piezas, algo pequeño, pero muy selecto.
Cuentan en entrevista con este diario, que comenzaron a recopilar estos discos hace tres años y se debe principalmente a su gusto por todo el arte visual que tienen las portadas y los propios acetatos.
Muchos aman los vinilos y el coleccionismo por el tema de la nostalgia y está bien, pero nosotros nos vamos más por el arte visual. Es muy padre tener a la mano esos dibujos de las portadas, colores, animaciones y otras curiosidades, refieren.
Sus primeros pasos en el coleccionismo los dieron en algunos tianguis tradicionales de la entidad poblana, como son el de San Isidro, La Piedad, Cholula y el de 4 Caminos en Calpan.
Ahí pasan hasta un día entero, recorriendo puesto por puesto, revisando infinidad de cajas, sentados en el piso, desechando los que no están en buen estado y seleccionando las mejores opciones.
“En los tianguis encuentras cosas bien padres, luego las venden bien baratas cuando en realidad tienen un precio mayor en el mercado. Es muy padre esta experiencia de ir a cazar esos discos, pero tenemos que ir temprano porque las cosas se acaban rápido. El punto es buscar y buscar porque encuentras vinilos en mal estado, pero también hay cosas que valen mucho la pena”, agregan.
Posteriormente, le sumaron las librerías y las plataformas digitales, como son Facebook e Instagram, así como aplicaciones que se dedican a la venta de objetos de segunda mano.
Ahí la experiencia es distinta, pues se reúnen con los vendedores y juntos pueden conversar sobre su gusto por los vinilos, conocer la historia del disco e incluso recomendarse artistas similares.
Su gran paso lo dieron cuando decidieron viajar a Francia, uno de los países europeos con gran cultura musical y una fuerte tradición en el coleccionismo de vinillos.
Hubo días que no se dedicaban a turistear, sino a trazar rutas de norte a sur y de este a oeste para visitar una gran infinidad de mercados de pulgas y tiendas especializadas.
Allá lograron encontrar ediciones raras y únicas, como son los álbumes de l'impératrice, Angéle John frusciante, Gorillaz, así como el single de Stromae alors on dance.
“Cuando tuvimos la oportunidad de ir a Francia estuvimos rascando en todas las tiendas que podíamos porque allá hay cosas que aquí no. Incluso la experiencia cambia porque los mercados de pulgas tienen sus tocadiscos para escuchar ahí los discos. Luego no íbamos a conocer lugares, sino a comprar discos y regresábamos a casa con nuestras bolsas”, indican.
Su tesoro más preciado es un álbum de 40 mil pesos
En este paso por el coleccionismo, la pareja cuenta que su tesoro más preciado es el disco del último álbum de Daft Punk que lleva por nombre Random Access Memories.
Esta es una caja que lleva 10 años sin abrirse y tiene un valor de 40 mil pesos, pues no solo tiene el vinilo con las canciones, sino también contiene una entrevista exclusiva, un póster, fotogramas, entre otros complementos del grupo.
Otras curiosidades de su compilación, es que tienen discos de 10 pesos, que aunque son económicos, tienen un gran valor musical, como son el de Dreams de Fleet Wood Mac, I’m Still Standing de Elton John y Polimarch.
Incluso, tienen vinilos piratas, como uno de Guns N’ Roses. Para ellos, este tipo de productos también son valiosos y especiales dentro del coleccionismo, pues son únicos y raros de conseguir.
Por si fuera poco, no solo tienen los típicos discos negros y de colores, sino unos animados, que al reproducirlos generan un efecto de movimiento por medio de una serie de imágenes fijas que están impresas en el acetato. Por poner un ejemplo, tienen uno de Dua Lipa y del Extraño Mundo de Jack.
Lo bonito de un coleccionista es que tienes cosas raras, únicas y de gran valor que puedes enseñarle a todo el mundo, como en este caso, y que aprecien lo que tienes es de mucha satisfacción, ahondan.
Juntos pero no revueltos
A pesar de ser pareja, relatan que su colección está dividida, pues tienen géneros y gustos musicales muy diferentes. Ella colecciona discos de pop, reggaeton e indie, mientras que él se inclina más por el rock, blues y hip hop.
Incluso, también cambian los artistas que siguen, pues mientras Tania adquiere vinilos de Black Eyed Peas, Don Omar, Daddy Yankee, Dua Lipa, OV7, Michael Jackson y The Killers, Josué va por los de Gorillaz, Metallica, The Beatles, Caifanes, El Gran Silencio, Red Hot Chili Peppers, entre otros.
Además, los acomodan de manera distinta y en diferentes muebles, pues ella los coloca por álbumes, singles, artistas o país de origen, y él, únicamente lo hace de acuerdo a sus gustos.
Finalmente, explican que los vinilos que no han encontrado de manera presencial, los han pedido de Japón, España, Francia, Estados Unidos, Inglaterra, Italia y República Checa.
Cuando te tomas el coleccionismo a la ligera es bastante disfrutable, pues algunos dicen que no los toques, pero para nosotros ese es el punto, mostrar al mundo lo que tenemos, concluyen.