Tras dos años de haberse suspendido a causa de la pandemia, el desfile cívico militar del 5 de Mayo volvió a reunir a cientos de familias poblanas que, desde temprana hora, se dieron cita en las calles recorridas por los contingentes para lanzar vivas y aplausos.
Hubo quienes llegaron desde las 7:00 horas para tener un buen lugar, a la sombra de un árbol o arriba de una jardinera que aumentara la posibilidad de observar a detalle el paso de los estudiantes, el personal militar y los 13 carros alegóricos.
En esta ocasión no se instalaron sillas, ni gradas a lo largo del boulevard 5 de mayo, pero eso no impidió que la gente buscara su comodidad. Hubo quienes acarrearon bancos, sillas y hasta escaleras desde sus casas para tener mejor vista y quienes no pudieron hacerlo tuvieron como opción a los ambulantes, que vendieron los dos primeros artículos hasta en 160 pesos.
No había de que preocuparse, el comercio informal se encargó de vender todo lo que pudo haberse olvidado en casa, desde el cubrebocas, sombrero y hasta las sombrillas que se vendían desde los 60 a los 120 pesos, según el diseño y tamaño.
También hubo venta de comida en una amplia variedad, ya sea memelas, fruta, tacos de canasta, papas, nieves, chicharrones, cócteles de mariscos, agua fresca y “coquita bien fría”, figuraban en el menú que era gritado por los vendedores para atraer a los comensales.
- Te recomendamos: Cinco de mayo: la desgarradora historia de Ignacio Zaragoza tras la Batalla de Puebla
Poco después de las 10:30 en el bulevar 5 de mayo comenzó la euforia cuando fue posible ver a los jóvenes del servicio militar que avanzaban sobre el pasillo para tomar sus lugares a un costado de las vallas y fueron la señal de que el desfile venía justo detrás de ellos.
VUELVE A DISFRUTAR DEL DESFILE DEL 5 DE MAYO DE 2022
Había terminado la espera y fue momento de acomodarse para comenzar a tomar fotografías o videos del desfile poblano, los padres de familia cargaron a sus hijos en hombros y hubo quienes hasta los subieron al techo de los parklet, para que pudieran observar mejor.
Los responsables de abrir el desfile fueron los integrantes de las fuerzas armadas, que saludaban a su paso a la multitud que les gritaba “adiós” y hasta a las mujeres que, a manera de halago, les lanzaban chiflidos.
- Seguir leyendo: ¿Por qué los franceses perdieron la Batalla del 5 de mayo?
Después tocó el turno a los contingentes de las 52 instituciones participantes, que fueron intercalados por los 13 carros alegóricos diseñados para la ocasión. El público que asistió para ver desfilar a sus familiares, los buscaba entre la multitud y algunos hasta trataron de arrojarles confeti, que los ambulantes también se encargaron de vender a 10 pesos por bolsa.
¡Ahí viene Benito Juárez! Gritaron los niños emocionados al ver a uno de los carros alegóricos que se caracterizaron por narrar los antecedentes de la batalla de Puebla, su desarrollo y hechos posteriores de la gesta heroica.
Por un momento las miradas se elevaron al cielo cuando aviones de las fuerzas armadas surcaron el cielo de la capital poblana como parte de su participación.
Poco después de las 13:00 horas algunos ya habían desistido de estar bajo el sol, pero la mayoría seguía a la expectativa del paso de los últimos contingentes, porque han esperado dos años para volver a ver un desfile.