La presidenta municipal de Cuautlancingo, María Guadalupe Daniel Hernández, corrigió la cantidad a la que asciende el presunto daño patrimonial dejado por el exalcalde panista Félix Casiano Tlahque, porque pasó de más de 200 millones de pesos a 339 millones de pesos en el último corte realizado.
Calificó de lamentable está cifra arrojada, la cual, alertó que en próximas fechas incrementará porque aún falta hacer las valoraciones en el apartado de Desarrollo Urbano.
En entrevista destacó que otras irregularidades sumadas al dictamen de entrega-recepción, son que el expresidente y el extitular de Ecología sí autorizaron la tala de árboles en el predio denominado Vivero, cuando habían dicho lo contrario y tan sólo ese acto representó un daño patrimonial para las arcas municipales de más de 600 mil pesos.
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Al encabezar un recorrido por la cabecera local para entregar cuatro obras de pavimentación y la inauguración de la Unidad de Operaciones Mixtas (BOM), asentó “la actualización del dictamen que ayer fue aprobado en Cabildo ventiló que el daño asciende a los 339 millones de pesos, sin contar con la cuantificación que está pendiente en la Dirección de Desarrollo Urbano, pero por los tiempos no fue posible incorporarla al documento, pero se le dará el debido seguimiento”.
Comentó que el despacho de contadores contratado para la realización del dictamen de proceso de entrega-recepción, en un primer informe dio a conocer que las irregularidades financieras rebasan los 200 millones de pesos, pero previó a la sesión de Cabildo, mostró el balance y la cantidad había ascendido a los 339 millones de pesos.
Con lo anterior, dejó entrever que la Auditoría Superior del Estado (ASE) llamará a comparecer al expresidente municipal y otros exfuncionarios para hacer las aclaraciones correspondientes.
Y por parte del Ayuntamiento anunció que, en los siguientes días a través de la Sindicatura Municipal, también se notificará a Casiano Tlahque y al exdirector de Ecología, Jesús Silviano Piri, para que respondan por las irregularidades cometidas en el caso de la tala de árboles en el predio conocido como Vivero.