Serán 50 millones de pesos los destinados a la instalación de los arcos de seguridad en los principales accesos y salidas a la capital, así como a la adquisición de nuevas cámaras de videovigilancia, hacia finales del año, adelantó el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
“Arcos de seguridad que podrían ubicarse en las principales entradas y salidas del municipio de Puebla, que nos permitan también, usualmente estar vigilando la entrada y salida de aquellos vehículos que pudieran estar involucrados en un acto delictivo, que ingresen a la ciudad y pretendan salir de ella”, declaró Rivera a los medios de comunicación.
El edil expuso que todavía se está perfeccionando el proyecto para poder ejecutar los recursos y habilitar los nuevos equipos y arcos de seguridad, sin embargo, remarcó que por el momento se ha avanzado en la habilitación del sistema de videovigilancia de la ciudad, que se había recibido inactivo.
En otro orden de ideas, el presidente municipal señaló que no existen informes recientes del área de inteligencia del gobierno federal que permitan afirmar que en la capital están operando células delictivas como la Nueva Sangre Zeta, tal como revelan los informes de la organización Guacamaya Leaks.
Sin embargo, indicó que lo cierto es que existen grupos de narcomenudeo operando en la ciudad y que su gobierno heredó este problema en condiciones “impresionantes” en zonas como el Centro Histórico, mercados y algunas juntas auxiliares.
“Lo que si he afirmado y he dicho es que por supuesto que hay grupos criminales en nuestro estado y en el municipio de Puebla que se dedican al narcomenudeo, que hacen acciones y actividades ilícitas en Puebla y en el área metropolitana y que una de las consecuencias de los delitos que se cometen en nuestra ciudad, la gran mayoría de ellos, están ligados al tema del narcomenudeo y eso significa estar ligado también al tema de adicciones”, expresó.
El edil afirmó que ante el problema se realizan acciones de prevención, además de que se han desintegrado al menos 108 células delictivas en la capital y se trabaja en la elaboración de un diagnóstico sobre las adicciones en la zona metropolitana, con el apoyo del consorcio universitario y la BUAP.
