El rastro de la ciudad de Puebla operó en el pasado con graves problemas de abandono y deterioro de las instalaciones al grado de poner en riesgo la operatividad de la planta de sacrificio, acusó Raúl Corona Flores, titular de Industrial de Abasto.
Su planteamiento fue reforzado por regidores de Morena, quienes acusaron que desde el periodo de gobierno de Luis Paredes hubo desinterés y corrupción que han afectado la imagen y el trabajo desarrollado.
Durante su comparecencia con motivo de la glosa del primer informe de labores de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco, Raúl Corona consideró un error la inversión de 40 millones de pesos en 2013 –periodo del panista Eduardo Rivera- en las actuales instalaciones para lograr la certificación Tipo Inspección Federal (TIF), pues sale más caro dar mantenimiento a lo “viejo”.
Lamentó el deterioro de las instalaciones del rastro que le fueron heredadas con un tinaco de agua supuestamente nuevo cuando en realidad solamente fue pintado. Además, se detectaron rieles oxidados, al igual que estructuras metálicas y tuberías, por lo que se recibieron 29 observaciones, las cuales fueron cumplidas con una inversión de casi 12 millones de pesos.
Conforme a lo dicho en su ponencia, reveló que las instalaciones de rastro se recibieron con problemas estructurales como el deterioro y abandono de las instalaciones hasta el punto de poner en riesgo la operatividad de la planta de sacrificio.
“Las principales condiciones encontradas y señaladas por el personal del organismo eran las siguientes: la certificación TIF se terminaba el 5 de diciembre para lo cual no se encontró el expediente alguno para hacer el seguimiento; problemas de oxidación de todos los rieles y estructuras metálicas de la línea de sacrifico y tuberías”.
Raúl Corona Flores afirmó que se trabaja por volver funcional este lugar, sin intenciones de perder la nominación TIF pese que actualmente la línea de sacrificio equino está detenida.
Refirió que las estrategias puestas en marcha han dado el incremento del volumen de sacrificio porcino al pasar de seis mil animales mensuales a más de ocho mil 780, mientras de la línea de bovino transitó de cero a 40 cabezas, lo que ha representado un incremento del 46 por ciento.
Con la finalidad de abatir el clandestinaje, dijo que se pretende en la primera mitad de 2020 la colocación de la primera piedra de un nuevo rastro municipal Tipo Servicios de Salud (TSS).