"Perder a una madre, es un vacío que no se llena con nada", así lo consideró la señora Ángeles Ortega, quien este 10 de Mayo acudió al Panteón Municipal para limpiar la capilla de la mujer que le dio la vida y quién además la guío con su amor y su ejemplo.
Su sentimiento salió a relucir de inmediato al recordar los momentos compartidos con su madre y de la que yacen sus restos en una capilla de onix, misma que pulió hasta dejarla reluciente en este día tan especial.
Al hablar de ella, fue inevitable que las primeras lágrimas se asomaran por sus ojos, y aunque intentó ser fuerte, su llanto se desbordó con la misma intensidad con la que la amó en vida.
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"Extraño sus abrazos, su cariño y las comidas del 10 de Mayo cuando nos reuníamos todos en familia; pero cuando empiezan a faltar, esos momentos se van perdiendo. Yo la recuerdo como una mujer guerrera en todo momento y también amorosa. Ella siempre decía 'con una mano en el corazón y con la otra la educación', ella siempre nos inculcó principios y valores", recordó.
Mientras quitaba el polvo y la hierba crecida alrededor del mausoleo, la señora Ángeles Ortega compartió unas palabras a su mamá, a quien no deja de extrañar.
"Quiero decirle que la extraño mucho y que el hueco que dejó nunca se va a llenar. El amor que le tengo es un amor que está en el aire y que deseo le llegue hasta donde ella está", compartió.
Así como ella, cientos de familias se dieron cita en el camposanto, quienes se dieron tiempo de compartir unas palabras, unas melodías o un bello ramo de flores para adornar el lugar donde ahora descansan.
Con globos, rehiletes y pétalos de flores, fue como decoraron los sepulcros como muestra de amor a aquellas mamás que se adelantaron en el camino.
Mientras tanto, afuera del camposanto, la venta de flores no se hizo esperar. Arreglos de diversos tamaños y colores eran adquiridos por los familiares. Mientras algunos trataban de regatear por el precio de las flores, otros hacían frente al costo: 800 pesos un ramo grande de rosa, o 500 uno mediano.
En otro punto de la ciudad, exactamente en el Panteón de San Baltazar Campeche la presencia de poblanos también se evidenció.
En ese punto, María Bertha Xaltenco López acudió con toda la familia para compartir un momento con Carmen López Alba, su amada madre, quien falleció a los 68 años de edad.
"Nosotros venimos cada 15 días y hoy que fue una fecha especial, también decidimos venir. Ella era una persona muy alegre, le gustaba ser caritativa, amorosa, era una persona muy querida para nosotros", compartió.
Recordó que su mamá era muy devota de la Virgen de Juquilita, motivo por el que cada año visitaba su iglesia ubicada en el estado de Oaxaca. En cada viaje se llevaba a sus tres nietos, a quienes dijo, los amó como a unos hijos.
"Ser una mamá es dar todo por los hijos, dar la vida y ser amorosa. Mi mamá fue muy cariñosa conmigo; yo fui hija única, tuve tres hijos ,y sé que los quiso mucho. Yo creo que lo más importante es amar a los padres, en este caso a las mamás no solo un día en especial, sino todos y cada uno de sus días , amarlas y respetarlas como si fuera el último día de sus vidas", finalizó.
Cabe señalar que de acuerdo a los datos del gobierno municipal, en esta festividad del 10 de Mayo se estimó una afluencia de 60 mil personas durante todo el día.