En el marco del Día del Bombero en México, Heidi Janet Rugerio Díaz y Héctor Hugo Pimentel, con 21 y 20 años de servicio en la corporación en Puebla, respectivamente, celebrarán realizando lo que más les apasiona, que es el ayudar a la ciudadanía, aunque de por medio pongan en peligro sus vidas.
Orgullosos de su profesión, los llamados héroes de carne y hueso, contaron a El Sol de Puebla parte de sus vivencias dentro del heroico cuerpo de auxilio.
Heidi Janet, a sus 21 años de carrera como elemento del Cuerpo de Bomberos del Estado de Puebla, valora su superación personal y se siente orgullosa de poder ayudar a la gente con su profesión, con la cual ha sacado adelante a su familia.
Agregó que en el inicio consideró a la corporación como un trabajo para poder obtener ingresos que le ayudaran a solventar los gastos de su hogar, sin embargo, con el tiempo valoró el servicio de ayudar a las personas en momentos de emergencia.
Heidi Janet se encuentra en la cabina como Radio Operadora, donde diario recibe decenas de llamadas para distribuir los servicios de auxilio a las 14 estaciones con que cuenta en todo el estado el Cuerpo de Bomberos.
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“Es un área importante porque aquí valoramos la urgencia y despachamos los servicios a los puntos solicitados, desde un accidente vehicular, hasta incendios de casa-habitación, rescates acuáticos, búsqueda de desaparecidos o rescate de cuerpos”, detalló la “vulcana”, como también se les llama.
Compartió que es una bombero certificada, además de que cuenta con la carrera de Técnico en Urgencias Médicas (TUM´s). “En esta profesión debemos estar capacitados para que al acudir a cualquier servicio, sepamos de primeros auxilios y así lograr en caso de que sea necesario, salvar vidas de personas que estén en peligro”, señaló.
Al ser cuestionada sobre si su condición de mujer no fue un obstáculo para realizar su labor de bombero, señaló que realizan actividades similares a la de los hombres y por lo tanto, se han ganado el respeto de los varones. “Cuando yo entré, en mi periodo de capacitación, yo era la única mujer en un grupo de 30 hombres…”, recuerda sonriendo.
Respecto a su familia, acepta con nostalgia que debió dejar actividades con sus hijos para realizar su trabajo, lo cual provocó que aprendieran a valerse por sí mismos. Agradece que este sacrificio de 21 años se vea reflejado también en la superación de su familia, pues su hija mayor estudia la carrera de Medicina y busca seguir los pasos de su madre, en este caso, en ayudar a los enfermos.
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Finalmente, en el marco del Día del Bombero que se festeja hoy 22 de agosto, hizo un llamado a que “no hagan llamadas de broma, pues no se sabe cuándo realmente alguien que se encuentre en peligro o necesidad de auxilio verdadero y las líneas estén ocupadas por bromistas, le puede costar la vida a inocentes”.
RESCATE EN EL SOCAVÓN TRANSFORMÓ SU VIDA
“Rescatar a los perros que cayeron en el socavón ha sido mi experiencia más fuerte que he tenido, la verdad tenía miedo, pero una vez que vi el apoyo de mis compañeros y todos en conjunto, sacamos adelante esa misión que hoy me ha cambiado la vida, internamente y con mi propia familia, me ven como su héroe”, reveló Héctor Hugo Pimentel, suboficial del Cuerpo de Bomberos que literalmente, trae la carrera en la sangre.
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El “vulcano” recuerda que su padre tenía un año trabajando en la corporación cuando él nació. Su progenitor duró 33 años al servicio de la sociedad y Héctor aún tiene presente en la mente su objetivo: “yo fui creciendo y creciendo y me gustaba mucho venir con él, me emocionaba ser bombero y siempre decía: quiero ser como mi padre, y mírenme ya tengo aquí 20 años…”.
A lo largo de todo ese tiempo y a pesar de participar en incontables servicios como incendios, el que más le ha impactado fue el rescate el pasado 10 de junio de los dos perros Spay y Spike, que cayeron en el socavón de Santa María Zacatepec, en el municipio de Juan C. Bonilla.
“Fue algo que impactó, marcó mi vida aquí (en su trabajo) y en lo personal, he sacado cuerpos en pozos, pero hacer este trabajo en nombre de mi institución, desde el principio no dudé en llevarlo a cabo, tuve miedo, pero gracias al trabajo en conjunto con mis compañeros lo hicimos con éxito”, resaltó Héctor Hugo.
Cuenta con cómo cambio la percepción de sus hijos respecto a su trabajo: “Naomi y Héctor estaban muy nerviosos, preocupados, muy asustados que no querían que me metiera al socavón, pero una vez que hicimos el trabajo con éxito, ahora me ven como súper héroe, mi vida cambió con ellos, convivimos más tiempo y mejoró mi relación con ellos y llevamos una amistad muy bonita”.
Héctor Hugo no deja pasar la ocasión y agrega que “me encuentro muy contento, porque mi hija terminó la prepa y presentó su examen en la BUAP para la carrera de Enfermería y acertadamente aprobó; mientras mi otro hijo también sigue estudiando la prepa para luego del mismo modo estudiar una carrera universitaria”, puntualizó, el vulcano que trae la profesión como una herencia de familia.