Esta semana un hombre de 55 años de edad será dado de alta del Hospital de Especialidad Manuel Ávila Camacho, mejor conocido como San José, luego de haber recibido un trasplante de corazón que resolvió el infarto que sufrió en el mes de abril, sin embargo, son pocas historias de éxito como esta en Puebla y el país, en donde la primera causa de muerte son las enfermedades del corazón, reflexionó el cardiólogo Ernesto Hernández Jiménez, adscrito al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En el marco del Día Mundial del Corazón, conmemorado este 29 de septiembre, Hernández resaltó que la mayoría de los pacientes con problemas de este órgano mueren antes de siquiera comenzar con un protocolo de trasplante y, a pesar de que existen diversos signos de alerta para detectar y atender la enfermedad a tiempo, llegan a un hospital cuando es demasiado tarde.

El cardiólogo y su colega, el médico Eduardo Enrique López Villalobos, coordinador de la Clínica de Urgencias de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), señalaron que los malos hábitos como el sedentarismo, la incorrecta alimentación y el tabaquismo han provocado que las enfermedades de este órgano vital aparezcan en edades tempranas y sean letales.

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La gravedad del asunto, coincidieron, radica en que la mayoría de los padecimientos del corazón se pueden prevenir y detectar a tiempo, sin embargo, regularmente la mayoría de los pacientes muere porque no controlan debidamente factores de riesgo como la diabetes mellitus, la hipertensión y los altos niveles del colesterol.

El año pasado en Puebla fallecieron 15 mil 66 personas debido a enfermedades del corazón. Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan que se trata de un padecimiento que afecta por igual a hombres y mujeres. De los fallecidos en 2021, 7 mil 856 eran del sexo masculino y 7 mil 210 del femenino.

A nivel nacional el panorama es el mismo, ya que 226 mil 703 mexicanos fallecieron por padecimientos del corazón el año pasado, cifra que representa un incremento del 3.6 por ciento en comparación con el 2020, cuando ocurrieron 218 mil 703 decesos por dicha causa.

Infarto e insuficiencia cardíaca, los que cobran más vidas

Aunque hay diversidad de padecimientos del corazón, el infarto agudo al miocardio y la insuficiencia cardiaca son los que provocan la mayoría de los decesos en México, explicaron Ernesto Hernández Jiménez y Eduardo Enrique López Villalobos.

La cardiopatía isquémica es la enfermedad que da pauta al infarto y a otros problemas de salud como la angina de pecho estable o inestable, que ocurre cuando las arterias coronarias se ven obstruidas por la acumulación de grasas y dicha condición compromete el envío de sangre hacia el corazón, provocando la muerte, explicó Villalobos.

En tanto que, agregó, la insuficiencia cardíaca se produce cuando el órgano ya no es capaz de bombear sangre con los suficientes niveles de oxígeno al resto del cuerpo.

El médico detalló que la mayoría de los padecimientos cardíacos se desarrollan en el transcurso de la vida y los ya mencionados son los más comunes, pero también existen las arritmias, padecimientos en las válvulas, el músculo cardiaco o los vasos sanguíneos.

Destacó que en menor proporción existen males congénitos o infecciones que pueden afectar al órgano, aunque en todos los casos suelen presentarse síntomas que deberían motivar a los pacientes a solicitar un diagnóstico oportuno, el cual deberá realizarse con apoyo de electrocardiogramas, ultrasonido y cateterismo cardiaco, tomografía de tórax y cultivos de sangre para el caso de infecciones como la endocarditis bacteriana.

¿Cuáles son los signos de alerta?

El dolor en el pecho, falta de aire, entumecimiento o debilidad, sensación de frío en las piernas o brazos y dolor en el cuello en el maxilar inferior, garganta, boca del estómago y espalda suelen ser los síntomas más frecuentes de las enfermedades del corazón, aunque también pueden presentarse desmayos y latidos irregulares, explicaron los galenos.

“Se presenta dolor en el pecho, detrás del esternón, a veces, cuando el paciente hace actividad física como caminar, cargan un garrafón les genera una sensación de opresión, el dolor se puede ir hacia el brazo izquierdo a la mandíbula, el cuello, hacia la boca del estómago y ese tipo de dolor asociado a un esfuerzo físico que se acompañe de falta de aire sudoración, ganas de orinar y que se calma cuando se administra una pastilla debajo de la lengua, es de los principales síntomas”, alertó Hernández.

Por su parte Villalobos refirió que es más común que las personas mayores de 55 años puedan experimentar la sintomatología y presentar problemas como el infarto agudo al miocardio, debido a que el taponamiento de las arterias se vuelve más probable por la acumulación de grasas, las lesiones en los vasos sanguíneos y el sedentarismo en esa etapa de la vida.

No obstante, el cardiólogo Ernesto Hernández precisó que las enfermedades del corazón han dejado de ser exclusivas de la población mayor y cada vez más se observan casos de adultos de mediana edad que son propensos a padecer un infarto, sin que hagan algo por prevenirlo.

“Desde hace más de dos décadas hemos visto invertida la pirámide, porque ahora resulta que empezamos a tener grupos desde los 40 años de edad con lesiones coronarias, si lo podemos definir en grupos promedio por los ingresos que nos llegan a nuestras unidades hospitalarias, hablemos de rangos, desde los 45 hasta los 55 años de edad, en los que se nos ha ido incrementando la cantidad de pacientes por cardiopatía isquémica, que era algo que antes no ocurría”, expresó.

¿Cómo sobrevivir a un infarto?

Aunque el infarto al miocardio es de las enfermedades del corazón que causan más muertes, los especialistas destacaron que si el paciente recibiera atención pronta se evitarían un buen número de decesos, ya que los primeros minutos después de que se presentan los síntomas son cruciales para resolver el taponamiento de las arterias que afecta al corazón.

Villalobos explicó que la gravedad del infarto dependerá de la arteria a la que afecte y regularmente el primer síntoma será el dolor de pecho, en el caso de los hombres, y en la boca del estómago en las mujeres, de modo que, a pesar de lo difícil que pudiera ser, se debe buscar apoyo médico de inmediato.

“Los pacientes se ponen pálidos y empiezan a sudar frío, es un dolor incapacitante y mientras más se muevan más se van a quejar los pacientes porque están haciendo una fuerza que el corazón no soporta por la falta de oxígeno, entonces inmediatamente hay que llevarlos al hospital y necesitamos que sea a uno que tenga una unidad coronaria, además, tener a la mano medicamentos como la aspirina o antiplaquetarios en lo que los trasladan al hospital es de mucha ayuda”, dijo.

Agregó que si la arteria afectada no es de las más importantes y el paciente acude al médico dentro de los 30 minutos posteriores a experimentar la sintomatología es altamente probable que sobreviva, y si antes de las cuatro horas posteriores se le practica un cateterismo, las probabilidades aumentan.

“Hay gente que ya no alcanza llegar al hospital porque las arterias que se tapan son importantes y sufren infartos fulminantes, entonces tiene que ver con la extensión, la zona afectada y el tiempo en que se atiende”, acotó.

Incluso, refirió que es más probable que una persona mayor sobreviva a un infarto en comparación con alguien joven, debido a que el organismo desarrolla de cierta forma la capacidad de subsanar el taponamiento de las arterias con el paso de los años y eso posibilita un mayor margen de tiempo para estabilizarla.

“Se dice que en los jóvenes es más complicado salvar la vida porque no han desarrollado una circulación colateral, a diferencia de los adultos. ¿A qué se refiere esto? A que, por ejemplo, si se tapa un vasito o una coronaria se abren dos o tres de esa misma para tratar de oxigenar la parte que se está tapando. En la gente grande existe la circulación colateral, por eso a veces es más probable que salgan adelante de un infarto”, indicó.

¿Cómo prevenir las enfermedades del corazón?

Los médicos enfatizaron que un buen estilo de vida es la clave para prevenir enfermedades del corazón. De tal forma que es importante cuidar el peso, hacer actividad física y alimentarse de forma saludable, ya que no existe un medicamento o tratamiento farmacéutico que por sí solo resuelva los padecimientos.

El especialista en cardiología apuntó que la clave está en la prevención, ya que regularmente los pacientes que llegan al área de especialidad tienen el padecimiento tan avanzado que muchas veces ya no hay tratamiento u opciones para ayudarlos.

Desde su óptica, es en los primeros niveles de atención médica, como son los centros de salud o las Unidades de Medicina Familiar, en el caso del IMSS, en donde se deben identificar a los pacientes propensos a enfermedades del corazón, estratificarlos y ofrecerles una atención integral para evitar que se detone un infarto o insuficiencia cardiaca.

Sin embargo, subrayó que el éxito de la prevención también radica en el interés del paciente por cuidar de su salud, ya que regularmente quienes son hipertensos, diabéticos o registran altos niveles de colesterol no controlan estas enfermedades adecuadamente y terminan por padecer problemas cardíacos.

“No necesitamos llegar al cardiólogo. Esa es una falla en el sector salud, porque si desde el principio no se pudo controlar al paciente, a veces llega al cardiólogo cuando ya no se puede hacer nada, porque no hubo una correcta prevención”, concluyó.