“Solo Dios podrá detenernos”, esta es la idea con la que los integrantes del Vía Crucis Migrante 2018 viajan a Estados Unidos. Eso y un mensaje muy claro para el presidente de la nación vecina, Donald Trump: que no son delincuentes y mucho menos van armados, por el contrario, huyen de la violencia de sus países y quieren una oportunidad de empleo.

Luego de que el presidente del país vecino anunció el envío de las tropas de la Guardia Nacional a la frontera con México, quienes viven este vía crucis, sentenciaron que no serán detenidos a pesar de la militarización pues buscan una nueva esperanza de vida ya que la mayoría de ellos huye de la violencia, guerrillas, extorsiones y complicidad del gobierno con estos grupos.

Elmer Celaya dice no entender la postura del mandatario norteamericano, pues dijo que él conoce la situación de El Salvador de donde es originario y donde mataron a su hijo de 16 años de edad hace algunos meses, por lo que tuvo que emprender este viaje para garantizar la tranquilidad al resto de su familia.

“Pues no entiendo la postura que tiene el presidente Trump, porque la verdad es que nosotros no vamos, en primer lugar, ni armados. Piensa que vamos a Estados Unidos a quitarles qué, trabajo, comida, casa o qué. No entiendo la postura que va a mandar a los tropas y todo”, expresó.

No pudo evitar decir que la presencia de militares a su llegada a la frontera en unos días le causa miedo, teme por sus hijos, por toda su familia, pero también tiene la esperanza de que nada pase y puedan llegar “al otro lado”.

Para Marjorie Alexandra de El Salvador y Mónica de Honduras el vía crucis es todavía más pesado pues huyen de la violencia pero también de la discriminación pues son transgénero y como todos los demás, quieren empleos y vivir tranquilas.

“Nosotros salimos con el propósito de llegar a Estados Unidos, lo que Trump diga no nos va a quitar impulso, ni el esfuerzo que nosotros llevamos. Si él va a mandar tropas, va a poner barreras, no nos va a detener”, expresó con severidad, pues, justificó que todos los refugiados tienen derecho a una mejor calidad de vida.

Lo mismo sucede con Mónica, también es transgénero, ella se integró a la caravana migrante pero no busca llegar a Estados Unidos, busca quedarse en Monterrey donde aseguró que será bien recibida y tendrá mejores oportunidades de empleo.

A pesar de que no llegará con sus compañeros de viaje hasta la frontera sabe que las amenazas del presidente no van a detener a quienes están en busca del “sueño americano”, que huyen de la violencia, las guerrillas y la extorsión.

Todos tienen un fin común pero historias diferentes y Cenia Martínez está segura de que concluirán este viaje pues, ahora, cuentan con el apoyo de los mexicanos con quienes se expresó agradecida debido a la ayuda que han recibido desde que comenzaron su travesía

Hasta el mediodía del próximo lunes los migrantes centroamericanos permanecerán en Puebla, en los templos habilitados como refugio en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y San Juan de los Lagos.

Ahora los refugios emprendieron una colecta de tenis, calcetines y toallas para entregar a los migrantes así como ungüentos para el dolor, pues todos, o la mayoría de los migrantes acude con algún achaque debido al viaje.

Por su parte el coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Puebla, Gustavo Rodríguez Zárate, destacó que hasta anoche llegaron alrededor de mil migrantes centroamericanos quienes permanecerán hasta el 9 de abril.

Sostuvo que el discurso del presidente de Estados Unido solo quedará en palabras toda vez que son los migrantes quienes sostienen a la nación con su trabajo.