Estamos en el mejor mes del año para nuestro trabajo que es este diciembre, aseguró Martín Soto que lleva 46 años en el oficio de lustrador de zapatos en el zócalo de San Pedro Cholula.

“Yo empecé a bolear cuando tenía 10 años”, dijo el oriundo de San Pedro Cholula, atareado con la carga de trabajo del día.

“Aquí hay mucho trabajo en el oficio… lo que pasa que en Puebla —la capital— hay boleros que yo he visto que se están durmiendo, pero llegan a las 10 de la mañana y se van a las 3 de la tarde… ven zapatos sucios y no los quieren bolear, además de que cobran muy caro”, consideró.

Detalló que ellos —él y sus compañeros que se instalan en el Centro Histórico del municipio— cobran 20 pesos “con todo y tinta”, enfatizó.

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Los zapatos los dejan los clientes bajo encargo, algunos, y otros pasan al servicio como lo dicta la tradición: sentados en el “banquillo de aseo” ya sea acompañados con una lectura o entablando plática con su respectivo bolero.

“Yo acá boleo todo, igualo colores, pinto gamuza, ante, todo lo que es piel… tenemos mucha chamba… en esta plaza se trabaja más que en la misma capital”, espetó con mucho orgullo al tiempo que limpiaba con jabón de calabaza el calzado.

“Los descansos son para los flojos. Nosotros trabajamos los 365 días del año, todos los años”, agregó, mientras uno de sus clientes secundó: “Somos clientes de acá… ahora sí que nos gusta el trabajo que realiza y por eso lo buscamos”.

Martín Soto dijo que tenía dos hijos, los cuales trabajan con él, al igual que su esposa, con quienes hará una cena sencilla para recibir el Año Nuevo en la que dijo que gastará lo necesario, aunque precisó que “a lo mucho 100 pesos”.

“En la casa se reúnen todos los hermanos y todos llevamos algo diferente y hay de comer hasta para aventar para arriba”, finalizó la conversación abstraído por su oficio.

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