El diputado local Eduardo Alcántara Montiel presentará un punto de acuerdo para solicitar al ayuntamiento de Puebla que suprima las juntas auxiliares de San Felipe Hueyotlipan, San Baltazar Campeche, La Libertad, Ignacio Romero Vargas e Ignacio Zaragoza, para que desaparezca la figura de presidente auxiliar y en estos cinco lugares ya no haya plebiscitos.
El argumento del panista para suprimir las cinco juntas auxiliares es que no tienen personalidad jurídica ni patrimonio propio, además de que carecen de atribuciones legales y materiales para dotar de servicios públicos a las colonias que las conforman de forma directa, pues al ser órganos desconcentrados cuentan con presupuesto asignado, sin posibilidad de recaudar, ni ejercer de forma autónoma recurso público.
En caso de que el Congreso del Estado apruebe el exhorto, el Cabildo de Puebla tendrá que decidir si acepta o no la petición y a su vez deberá solicitar la supresión al Congreso.
Lo anterior se debe a que el Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun) señala que “de conformidad con la realidad social, económica, política y tomando en consideración las necesidades y requerimientos del Municipio en su conjunto, el Ayuntamiento solicitará al Congreso del Estado, la supresión e incorporación de las juntas auxiliares, con la naturaleza de colonias pertenecientes a la Ciudad de Puebla”.
Ley Orgánica Municipal indica que las juntas auxiliares son órganos desconcentrados de la administración pública municipal y estarán supeditadas al ayuntamiento, sujetos a la coordinación con las dependencias y entidades de la administración pública municipal, en aquellas facultades administrativas que desarrollen dentro de su circunscripción.
Por ello, el panista presentará el punto de acuerdo ante el Congreso para que el ayuntamiento que encabeza Eduardo Rivera Pérez inicie el procedimiento para suprimir los órganos desconcentrados de la administración pública municipal de las cinco juntas auxiliares, en los términos del Código Reglamentario para el Municipio de Puebla.
Según el documento, la intención no es desaparecer a los pueblos originarios, ni alterar los usos y costumbres que los distinguen, sino poner fin a una figura administrativa rebasada por la realidad social del municipio de Puebla, pues en los hechos son decorativas.