Discriminación y miedo de ser rechazado al pedir trabajo son los retos a los que se enfrenta José (nombre ficticio) desde hace alrededor de cuatro meses, cuando en la empresa en la que laboró durante más de cinco años, lo despidió al enterarse de que tiene el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Fue diagnosticado hace cinco años y a pesar de que nunca incumplió con sus responsabilidades dentro de la empresa a causa del padecimiento, los directivos tomaron la decisión de despedirlo y hasta humillarlo.
Este primero de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA. De acuerdo con la organización Vida Plena Puebla, en lo que va de este año tienen documentado alrededor de cuatro casos de personas que fueron discriminadas en el trabajo por tener VIH. A algunos de ellos les practicaron la prueba de antidoping y debido a que uno de los medicamentos del tratamiento de la infección marca como positivo a consumo de droga fueron despedidos.
Uno de los casos de despido injustificado fue el de José, quien contó a El Sol de Puebla el acto de discriminación del que fue víctima: “no me hicieron ningún estudio, fue por mí (cuando) les pedí permiso para ir por mi tratamiento, nunca falté a mi trabajo, nunca afecté en lo laboral”, compartió.
José tiene 28 años de edad y desde hace más cinco años laboraba en la empresa, aunque no sabían que tenía la infección, toda vez que no está obligado informar sobre esta condición de salud.
Sin embargo, al haber sido dado de alta en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), antes de ser despedido se vio en la necesidad de avisar que tiene VIH, toda vez que su tratamiento lo recibía por medio del Seguro Popular.
“Hice mi cita (en el IMSS) y todo para que me dejaran faltar y no me dieron chance. Yo hablé con la persona de Recursos Humanos y le dije lo que pasaba (que tiene VIH), me dijo que no me iba a dar permiso, falté (al trabajo) y al otro día cuando fui a la empresa estaban todos los de Recursos Humanos, me metieron a una oficina y así tal cual me denigraron: que de haber sabido que me estaba pudriendo, no me hubieran contratado”, expresó.
Fue en ese momento que de forma injustificada, con el único argumento de que tiene la infección, lo despidieron. Desde entonces la vida de José cambió, pues no ha conseguido trabajo y le da miedo ser discriminado en alguna otra empresa.
Cuando José fue diagnosticado su estado de salud era complicado, tuvo problemas en la piel y se le cayó el cabello, pues primero dijeron que podía tener cáncer, luego le practicaron las pruebas necesarias y le dieron el diagnóstico de VIH, el cual era indetectable.
Actualmente y después de seguir el tratamiento con el apoyo de su médico, Cristian León, del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), su estado de salud es estable.
OCUPA PUEBLA CUARTO LUGAR EN VIH
El más reciente informe del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida) dio a conocer que con 3 mil 619 casos en las últimas tres décadas. Con corte al 23 de noviembre, el estado de Puebla ocupó el cuarto lugar a nivel nacional con más reportes de personas vivas con VIH.
Asimismo, refiere que se ubica en el séptimo lugar con más casos del Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) y una suma de 8 mil 903 personas vivas con la infección en el mismo periodo.
El documento expone que el 78.7 por ciento de los pacientes con Sida y el 79.6 por ciento con VIH corresponde al género masculino, es decir, que son los hombres los más propensos a adquirir la infección.
Claudia Rivera Luna, responsable Estatal del Programa de VIH y otras Infecciones de Transmisión Sexual de la Secretaría de Salud del estado de Puebla, resaltó que se tiene identificado que por cada tres hombres con VIH existe una mujer con la misma infección.
Asimismo, subrayó que en México se considera que de cada 10 personas con VIH identificadas por los servicios de salud puede haber cuatro más con el mismo padecimiento sin saberlo.
DIFERENCIA ENTRE SIDA Y VIH
La especialista detalló que el Virus de la Inmunodeficiencia Humana se trata de la primera fase de la enfermedad con síntomas característicos como pérdida de peso, cuadros gripales durante varios días, disminución de defensas y el desarrollo de enfermedades como tuberculosis con mayor facilidad.
Mientras que el Sida consiste en la etapa avanzada del padecimiento, que se puede considerar como la fase terminal. La infección solo se puede adquirir mediante tres vías: a través de relaciones sexuales sin el uso del condón, la utilización de objetos punzocortantes contaminadas o de la madre al hijo a través del parto cuando esta no sabe que tiene VIH.
DISCRIMINACIÓN POR CREENCIAS RELIGIOSAS
José, que ha sufrido de discriminación, consideró que el rechazo por parte de los miembros de la sociedad ocurren, principalmente, por creencias religiosas, pues él se ha dado cuenta de que la gente rechaza a las personas con preferencias sexuales diferentes o con la infección del VIH porque, según sus opiniones, “Dios no permite eso”.
Entonces la sociedad no se percata del daño que llega a hacer a las personas cuando las rechazan, pues las limita para desenvolverse en un escenario normal, para recibir los servicios médicos y para obtener un empleo.
Finalmente, la especialista rechazó que compartir el espacio con una persona con VIH ponga en riesgo a otra persona, por lo que es posible ir a trabajar o a la escuela y convivir con ella; de igual modo, añadió que tampoco representa un riesgo de infección compartir ropa o utensilios de cocina, por ejemplo.