El segundo piso de la autopista México- Puebla, obra que requirió de una inversión de 10 mil 500 millones de pesos, registró una reducción en su aforo vehicular de 9.4 por ciento en el primer trimestre de este 2019 en comparación con el mismo periodo del año pasado.
De acuerdo con información disponible en la página del gobierno estatal, la disminución equivale a que 131 mil 153 propietarios y conductores de vehículos, motocicletas, autobuses y camiones dejaron de utilizar este libramiento elevado.
Y es que el aforo entre enero, febrero y marzo de este año fue de un millón 266 mil 212, mientras que la cifra de 2018 en el mismo lapso ascendió a un millón 358 mil 743 unidades.
En cuanto a los tres trimestres faltantes de 2018, es decir, abril- junio, julio- septiembre y octubre- diciembre la afluencia que registró esta obra con una longitud de 15.3 kilómetros que van del estadio Cuauhtémoc a la zona de Volkswagen, la afluencia fue de un millón 358 mil 743, un millón 404 mil 562 y un millón 462 mil 766 pesos, respectivamente.
En caso de comparar el aforo del último trimestre del año pasado con el primer trimestre de este 2019, el desplome de utilización se amplía a 13.5 por ciento.
En la información disponible también se reportan los ingresos. De enero a marzo de este año se captaron 149 millones 444 mil 313 pesos, de octubre a diciembre de 2018 fueron 153 millones 952 mil 758 pesos y de julio a septiembre los dineros llegaron a 151 millones 110 mil 480 pesos.
Las empresas OHL y Pinfra son las empresas que construyeron esta obra y que tenían la concesión por tres décadas, incluso a mediados de 2017, ambas empresas contrataron una deuda por 3 mil 500 pesos con el banco Banorte para invertir en la operación de la vialidad.
En enero del año pasado se dio a conocer que la firma IFM Investor le adquirió las concesiones del libramiento elevado y de la Autopista Amozoc-Perote, a la empresa española OHL.
En octubre de 2016 fue inaugurado el segundo piso por parte del entonces Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y del entonces gobernador, Rafael Moreno Valle Rosas. La obra de 15.3 kilómetros tendría, según estimaron, un aforo vehicular de 11 mil vehículos diarios; con ella se pretendía reducir de 50 a 10 minutos el tiempo de traslado entre la planta de la Volkswagen y el Estadio Cuauhtémoc.