Durante el ciclo escolar 2022-2023 disminuyó 0.2 por ciento el índice de analfabetismo en la entidad. Pese a esta reducción, Puebla se mantiene entre los cinco estados del país con mayor número de población de 15 años y más que no sabe leer y escribir, superando por 2.1 por ciento la media nacional que fue de 4.3, según reveló el quinto informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A decir de Marcela Cuautle Méndez, maestra en Lectoescritura y doctora en Educación por la Universidad Santander, esto responde a una inequidad en el acceso a los servicios educativos sin importar las condiciones sociales de cada individuo.
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Persiste una brecha de desigualdad en la garantía del derecho a la educación, especialmente para los sectores sociales más vulnerables. Pero no solo eso, estas cifras también evidencian la insuficiencia o el uso inadecuado de los recursos económicos que recibe el área educativa en el estado, afirmó, pues a casi un año de que termine el actual sexenio Puebla no ha logrado bajar de los cinco primeros lugares en analfabetismo.
“Nos habla de una carencia en la cobertura educativa, sobre todo en entornos alejados, nos está señalando que nos falta consolidarnos como una sociedad con cultura de derechos, y de cómo no estamos garantizando en Puebla un desarrollo social para todas las personas, sin importar su circunstancia de vida”, opinó.
Durante el informe anterior, en 2022, Puebla ocupó el mismo lugar a nivel nacional por los índices más altos de analfabetismo en hombres y mujeres, situación que puede replicarse en próximos años, pues la entidad carece de un plan de rescate continuo, agregó la especialista.
Cabe mencionar que, en el documento de este año encabezó las cifras el estado de Chiapas con el 12.4 por ciento, seguido por Guerrero con el 11.4 por ciento, Oaxaca con el 10.8 por ciento y Veracruz con el 7.9 por ciento.
Mujeres con mayor analfabetismo
Al igual que en el año anterior, son más mujeres que hombres quienes no saben leer y escribir en el estado. De acuerdo con el documento, ellas mantienen una tasa de analfabetismo del 7.7 por ciento, en tanto, los hombres del 4.9 por ciento.
Esto da cuenta del privilegio que pueda representar la educación para algunas mujeres, especialmente para aquellas que pertenecen a grupos vulnerables, insistió Cuautle Méndez. A su decir, estas cifras también pueden ser el reflejo del conservadurismo que persiste en el estado, el mismo que obliga a las mujeres a quedarse en el hogar, a ser amas de casa y dejar de lado sus aspiraciones profesionales.
“Puebla es un estado en donde el tema de la garantía e igualdad de derechos para las mujeres quedó en rezago, y no solo en educación, también en materia de salud y ni que decir de actividades de recreación y deportivas”, agregó.
La doctora en Educación explicó que, si bien lo anterior responde en parte a la desigualdad de género, también puede tratarse de una limitación social en relación a la cobertura educativa y a una carencia en materia de seguridad, pues para una mujer es más difícil, e inseguro, salir de casa o mudarse de región para continuar sus estudios.
Es importante mencionar que, según el informe, las mujeres poblanas no solo rebasaron esta cifra en el último año, sino que han mantenido una tasa de analfabetismo superior que los hombres desde el 2012, es decir, desde hace 11 años.
Asimismo, en el último sexenio, el 2017 se postuló como el año con mayor índice de analfabetismo femenil en Puebla, pues mientras ellos presentaron un índice del 5.6 por ciento de personas que no sabían leer y escribir, ellas representaron el 9.3 por ciento de esta cifra.
Esta disparidad no fue visible únicamente a la entidad poblana, pues las estadísticas del último ciclo escolar revelaron que las mujeres superaron a los hombres en estas cifras en 25 estados del país.
Baja cobertura educativa
En otro orden de ideas, el documento presentado por López Obrador señaló que, durante el mismo ciclo escolar, Puebla únicamente contó con el 52.7 por ciento de cobertura educativa en nivel superior y el 77.5 por ciento de media superior.
Aunque la falta de amplitud educativa puede significar una desventaja para los propios alumnos poblanos, también da cuenta de la falta de optimización de recursos humanos en el estado, refirió la académica.
Expuso que la carencia de cobertura total en estos niveles pudo ser provocada por lo complejo que se volvió para algunos docentes ingresar al sistema educativo y, por ende, cubrir el número de maestros en todas las comunidades del estado.
“El proceso de contratación se volvió burocrático, es lento y por eso las escuelas que están mas alejadas de la zona urbana del estado tardan mucho en recibir un maestro, a veces pueden pasar hasta seis meses después del arranque del ciclo para que puedan cubrir esas vacantes”, afirmó.
Por lo anterior, la especialista hizo un llamado para no dejar de lado estas cifras, pues están dando aviso de una carencia que urge atender. Asimismo, refirió que históricamente la falta de educación ha sido relacionada con el empeoramiento en la calidad de vida y el desarrollo social, no obstante, el no atender esta demanda puede provocar otras consecuencias, tanto a nivel productivo como emocional.
