Siete de cada 10 mexicanos, y poblanos, estarían dispuestos a donar sus órganos después de morir y en caso de cumplir con los requisitos, sin embargo, el 35.6 por ciento de ellos no le ha comunicado a algún familiar su intención de hacerlo.
Así lo dio a conocer la encuesta “Sistema de Salud en México 2018” elaborada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop) y publicada este mes, donde refiere que aquellos que no estarían dispuestos a donar tejidos es “porque no quiero que molesten a mi familia cuando yo muera”, dijo el 3.7 por ciento y “no sabe” el 12.8 por ciento.
Cuando se les pregunta ¿En general está usted a favor o en contra de la donación de órganos y tejidos para trasplante?, solo el 3.9 por ciento se dijo en contra y el 86.3 por ciento se expresó a favor.
De la misma forma seis de cada 10 personas que estarían dispuestas a donar sus órganos después de morir lo harían para ayudar a otros y los demás “porque si yo lo necesitara me gustaría que alguien me lo donara” y “para trascender después de la vida”.
Algunas otras de las razones por las cuales no estarían dispuestos a donar sus órganos después de morir son porque en México hay tráfico de órganos (3.6 por ciento), porque no quieren que maltraten su cuerpo (2.6 por ciento) y porque piensan que si saben que son donadores no harán lo posible por salvarlos.
Por otra parte, quienes están dispuestos a donar sus órganos comentaron que se inclinarían por procurar sus riñones (0.8 Por ciento), corazón e hígado (0.2 por ciento cada uno), intestinos, pulmón, páncreas y córneas (0.1 por ciento cada uno).
A pesar de que el 73.8 por ciento de los encuestados dijo que estaría dispuesto a donar sus órganos solo el 68.3 por ciento de estos cuenta con la credencial de la Secretaría de Salud en la que se expone la decisión.
El 32.2 por ciento de la población dispuesta a donar después de morir el 32.2 por ciento haría esta labor por sus familiares, el 26 por ciento no lo haría y el 15.6 por ciento no supo.
Además, el 52 por ciento de los encuestados señaló que no estaría dispuesto a donar sus órganos en vida y solo el 37.3 por ciento dijo que sí. De los que aceptaron el 25.4 por ciento dijo que lo haría por un familiar y el 10.4 por ciento por quien lo necesite.