El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Edgar Garmendia de los Santos, defendió la despenalización del aborto en los primeros tres meses de gestación, al declarar que las reformas al Código Penal salieron por consenso, y rechazó que exista un costo político.
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Desde el Congreso del Estado, el coordinador de la bancada de Morena, que tiene mayoría de diputados locales, recordó que desde hace más de una década, el tema se impulsaba, y a la actual legislatura le tocó abordarlo.
Sin embargo, negó que existirán presiones para sacar adelante la despenalización del aborto, y recordó que, cada diputado local votó conforme sus creencias, y libremente, aunque logró imponerse la izquierda.
“Es una lucha que ya se tenia desde hace mucho tiempo, por lo menos los últimos 15 años (…) al final la decisión se tomó, fueron los diputados quienes decidieron apoyar”, expuso.
En la votación en general, la despenalización del aborto obtuvo 29 votos a favor, siete en contra y cuatro abstenciones.
Edgar Garmendia resaltó el trabajo de las diputadas locales del PT, Mónica Silva Ruiz y Nora Merino Escamilla, así como del morenista Carlos Alberto Evangelista Aniceto, quienes pugnaron por el tema en la LXI legislatura.
En anteriores legislaturas, hicieron lo propio Rocio García Olmedo y Socorro Quezada Tiempo.
Garmendia de los Santos insistió en que, los actuales diputados no censuran la libre manifestación, por ello se permitieron las protestas de colectivas a favor de la despenalización del aborto y grupos antiaborto.
El Sol de Puebla dio cuenta de que las protestas terminaron en conatos de bronca entre los integrantes de ambos protestantes, que acudieron a la sede del Congreso local desde muy temprano, para defender su ideología.
La gente antiaborto acusó que, la interrupción legal del embarazo era un asesinato contra los bebés que crecen en los vientres de sus mamás, mientras que, las feministas acusaron que su hipótesis es incorrecta.
Dichas declaraciones calentaron los ánimos entre los bandos, y, posteriormente la gente antiaborto no quería dejar pasar a la sesión a los legisladores de izquierda, lo que desencadenó que las feministas los ayudaran a ingresar, pero ocasionó empujones entre la gente, así que la policía tuvo que intervenir.
A pesar de las intentonas para frenar el debate, el tema fue analizado en el pleno y aprobado por mayoría de votos, lo que permitió la despenalización del aborto hasta la semana 12 de gestación.
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Con las reformas al Código Penal, las mujeres gestantes que accedan al procedimiento médico después de ese periodo podrían ir a la cárcel hasta un año.
El siguiente paso para formalizar el triunfo de la marea verde es la publicación del dictamen en el Periódico Oficial del Estado (POE).
