El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, advirtió que aquellos ediles que niegan rotundamente que los líderes de sus mandos policiales estén relacionados con delincuentes, incurren en un primer acto de involucramiento. Lo anterior después de ser cuestionado por El Sol de Puebla acerca de la supuesta implicación del ex titular de Seguridad Pública de Amozoc, Irvin de Jesús Jiménez Sánchez, con criminales en Tabasco.
“Miren, quien niega se niega a reconocer que un cuerpo policiaco puede estar involucrado, empieza a estar vinculado (...) Toda autoridad municipal que niega, permanentemente y por método, que su policía esté involucrada en hechos irregulares, empieza a estar vinculado, así de simple”, declaró el mandatario este jueves en conferencia de prensa.
Lo anterior ocurrió después de que en la edición de hoy, esta casa editorial expuso, con base en archivos de inteligencia militar proveídos por el Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CERFI), de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y obtenidos por el grupo internacional de hackers, Guacamaya, que el alcalde de Amozoc, Mario de la Rosa Romero, entregó las riendas de la seguridad pública a un hombre con antecedentes delincuenciales en el estado de Tabasco.
Ante ese contexto, el titular del Ejecutivo local evitó avalar la información extraída por la agrupación de activistas informáticos, puesto que señaló que ello es responsabilidad de la Sedena, sin embargo, lamentó que dichos datos de inteligencia hayan existido desde 2021 y no hayan sido utilizados por alguna autoridad para ejecutar la detención contra el ex funcionario. “Si había esa información, ¿por qué no se le detuvo?”, subrayó.
Por lo tanto, admitió que ningún presidente municipal está exento de enfrentar la intromisión de grupos delincuenciales en sus corporaciones policiacas. Indicó que los exámenes de control y confianza no son suficientes para determinar si un perfil cuenta con las capacidades y requerimientos para ocupar un puesto de liderazgo en las fuerzas del orden local.
Remarcó también que, tanto en las policías municipales como estatales, las autoridades que permanecen en el punto más alto de la jerarquía deben revisar a profundidad los antecedentes de los prospectos a ocupar puestos de control en las corporaciones.
“Se necesita mucho más que un examen de control y confianza, mucho más: revisar los antecedentes de todo tipo y mantener, por parte de la autoridad superior, si se trata de Policía Estatal, la autoridad superior es [la] Secretaría de Seguridad Pública (SSP), si se trata de policía municipal, pues el cabildo y los ayuntamientos”, precisó.
Inclusive, comentó que él, como gobernador, ha insistido a los alcaldes poblanos que revisen minuciosamente a los elementos que integran sus policías, no sólo desde su estructura de mando, sino también a los elementos que forman parte del estrato más básico de subordinación.
“Yo se los he dicho a todos los alcaldes, hasta el de Puebla (Eduardo Rivera Pérez): las policías son cíclicas, siempre hay que estarlas renovando, y no solamente en sus mandos, [también] en su funcionamiento de abajo, que es donde hay las cosas más peligrosas”, acotó.
Es importante precisar que, según documentos confidenciales de la Sedena, Jiménez Sánchez, quien era conocido como “El Grande” y “Teniente Irvin”, ordenó, en 2017, el asesinato de Sergio N, alias “El Sorullo”, quien lideraba la plaza del Cártel de Los Zetas en Tabasco.
Por último, se estipuló que el hombre, quien ingresó al gobierno municipal de Amozoc en 2020 y se mantuvo ahí por un periodo de ocho meses, “mantenía el control de delincuentes” en esa entidad federativa. Todo esto formó parte de un extenso expediente criminal en torno a la búsqueda de antecedentes criminales de ese cártel nacional en Tabasco.