“Lo quiero con toda mi alma. Es mi mundo entero, es mi único hijo. Desde el día que se fue, parece que este dolor no se termina”, este fue el mensaje que externó Jovita Castañeda a su hijo, Eduardo Castañeda Guarneros, quien desapareció el 2 de enero de este año en la capital poblana.
Eduardo de 33 años, había concluido su antiguo trabajo y por ello, acudió por su finiquito a la empresa en donde solía laborar. Esta nueva etapa en su vida, traía consigo un sinfín de sueños, pero jamás regresó a su hogar. Su madre, Jovita, se ha encargado de buscarlo ante la falta de apoyo de las autoridades.
“Fue por su finiquito y ya no regresó. Esto ocurrió el 2 de enero del 2024, sólo iba a cobrarlo y todo le conté a la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes me ayudaron, pero luego con la Fiscalía Especializada en la Investigación de los Delitos de Desaparición no se hizo nada y ahora ya no contesta mis llamadas”, comentó.
La madre buscadora confió en las autoridades y acudió a emitir la denuncia correspondiente, sin embargo, sólo recibió apoyo al principio y como fueron pasando los meses, el respaldo fue disminuyendo, al grado de ser nulo.
Al principio me dijeron que no tuviera pendiente, que lo estaban buscando, pero no es cierto, ya no lo están buscando. Yo y mi hermana salimos a las calles a buscarlo y aquí estamos, en todos lados preguntando por él, porque la otra Fiscalía no hace nada. Incluso una vez me dijeron que sí lo iban a ir a buscar, pero cuando tuvieran tiempo, relató.
La funcionaria a cargo de su caso, la ha revictimizado y en varias ocasiones le ha dicho que no la va a tener todo el día en la Fiscalía preguntado por su hijo. Situación que la ha desanimado, pues si las autoridades no la quieren atender, ya no sabe a quién más recurrir.
En suma, esta madre ha solicitado a las autoridades que revisen las grabaciones de las cámaras de la empresa o de las calles en donde su hijo transitó, pero le han respondido que no pueden hacer eso hasta que tengan permiso de un juez.
“Yo sólo quiero que las autoridades se pongan a trabajar porque no hacen nada, siempre es la misma información, la Fiscalía de Personas Desaparecidas me dijo que iba a ayudar y al principio así fue, pero ahora ya no”, lamentó.
Ante esta negativa de las autoridades, se sumaron al Colectivo Voz de los Desaparecidos, quienes han sido su respaldo en últimas semanas y los han orientado para que su caso no quede en el olvido. “Antes sólo éramos mi hermana y yo buscando, en las calles ahora ya tengo a más personas a mi lado”, concluyó