La intensificación de las olas de calor en Puebla, así como la alteración de los ciclos de lluvia, ambos efectos derivados del cambio climático, elevarán los diagnósticos de dengue en la entidad, con riesgo a convertirlo en un padecimiento endémico a corto y mediano plazo, advirtió Jorge Meneses Díaz, médico e investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), quien además alertó que los mosquitos se podrán reproducir igual en el centro y norte del estado, regiones donde la transmisión del virus ha sido atípica hasta ahora.
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Frente al incremento de la temperatura promedio en Puebla, así como la agudización de los climas cálidos extremos en diversas regiones del estado, la transmisión del dengue crecerá como un problema de salud pública. Además, se extenderá a otras partes de la entidad a consecuencia de la alteración climática que sufre la entidad y el mundo.
De acuerdo con el catedrático, quien dirige la Maestría en Salud Pública de la UPAEP, la situación se agudizará para el estado, debido a que en México todavía no existen estrategias de prevención eficaces, pues hasta ahora la enfermedad sólo ha sido un problema estacional con bajos diagnósticos en determinadas zonas.
Por su parte, el World Mosquito Program, una iniciativa global de la Universidad Monash, en Melbourne, Australia, dedicada a la investigación relacionada a la transmisión de enfermedades por estos vectores, concluyó que el cambio climático agudizará la presencia de estos insectos.
Según el organismo, cada año ocurren en promedio 700 millones de transmisiones de enfermedades por mosquitos. Además, apuntó que, “a medida que el planeta se caliente y el cambio climático alargue la temporada de mosquitos, la criatura más mortal del mundo expandirá su rango geográfico a nuevas regiones y volverá a emerger en áreas donde el número de mosquitos había disminuido por décadas”.
Datos de la Secretaría de Salud federal muestran que los casos de dengue aumentaron en Puebla hasta el 19 de agosto de 2024, en comparación con el año pasado. Respecto a los cuadros leves, el aumento fue 44 por ciento (833 casos); casos con signo de alarma fue de 152 por ciento (553 casos), mientras que en dengue grave fue de 16 por ciento (28 casos).
Cambio climático acelerará reproducción de mosco
Según Meneses Díaz, el cambio climático es el principal factor que detonará brotes epidémicos de dengue en el corto y mediano plazo en Puebla. Desde la presencia de olas de calor intensas, hasta la modificación de los ciclos de lluvia, serán determinantes para agilizar la reproducción de los insectos poiquilotermos en diversas zonas del estado.
El académico explicó que la alteración de las precipitaciones ha traído como consecuencia el aumento pluvial en algunos municipios, contribuyendo a la prevalencia de humedad en algunos lugares. El problema, sin embargo, es que el agua acumulada es el principal sitio que propicia la acelerada reproducción de mosquitos.
A nivel mundial existen cuatro variantes de este padecimiento, mismas que han sido detectadas ya en el país, afirmó el experto. En ese sentido, destacó que propiciar la reproducción de este insecto creará las condiciones para que todos los tipos de dicha enfermedad se propaguen entre los vectores.
Las condiciones climáticas recientes extremas en territorio poblano han hecho que especialistas coincidan en que el dengue se convertirá en una enfermedad endémica próximamente, destacó el investigador de la UPAEP.
“El mosco se está adaptando a climas que naturalmente no teníamos en Puebla. Ha aumentado la temperatura, inclusive en zonas donde naturalmente ha sido lluvioso. El aumento de calor más la lluvia se vuelve propicio para que el mosco prevalezca en su sitio de reproducción”, recalcó Meneses Díaz.
Hasta ahora, el sur del estado, particularmente la Mixteca, ha sido la región más afectada por la presencia de dengue, especialmente debido a su clima cálido y húmedo. Los casos que se reportan en lugares como la capital del estado son generalmente importados, pues ocurren después de que alguien viajó a esta zona de Puebla, o bien a estados como Oaxaca y Chiapas, apuntó Romeo Saldaña Vázquez, doctor en Ciencias por el Instituto de Ecología (Inecol) e investigador de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Altas temperaturas
Las ondas de calor juegan un papel indispensable en la reproducción de mosquitos, pues biológicamente las altas temperaturas propician un entorno más favorable para la concepción y cría de pupas, que son las larvas de dichos insectos.
Para garantizar un crecimiento constante, los vectores requieren climas tropicales y húmedos. De forma general, el especialista subrayó que el mosco adquiere mayor capacidad de reproducción en entornos de entre 25 a 27 grados Celsius (°C). Entre 20 y 24 grados la capacidad disminuye, y es hasta los 15 grados en temperatura ambiente cuando se rompe el ciclo.
Si bien es cierto que en temperaturas altas extremas la vida de los mosquitos se acorta, al llegar hasta cuatro días como máximo, la presencia de estas condiciones climáticas implica la presencia de cientos de ejemplares que nacen de forma constante.
“El mosco habita en climas tropicales y húmedos. Entonces, mientras se generen condiciones climáticas que permitan el desarrollo del mosco, el número de casos seguirá creciendo”, enfatizó Meneses Díaz.
Desde la perspectiva del investigador de la UPAEP, la modificación de las tendencias climáticas preocupa a especialistas, pues el vector se adapta a los nuevos entornos, provocando que el fenómeno se convierta en una alerta en materia de salud pública, pues ahora lugares como la capital del estado, donde no es común la transmisión del virus de forma masiva, presentará este problema.
Por su parte, Saldaña Vázquez expuso que la entidad poblana alberga las especies Aedes albopictus (conocido como mosquito tigre) y Aedes aegypti (mosquito de la fiebre amarilla). Ambas son vectores de transmisión de dengue y zika, remarcó el experto de la Ibero Puebla.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el mosquito que transmite dengue tiene las siguientes características: es de color negro y presenta anillos blancos en las patas, así como un dibujo en forma de lira en el dorso del tórax y abdomen; regularmente mide entre 3 y 4 milímetros, y requiere sangre para reproducirse.
A decir de Meneses Díaz, México es uno de los países de América con menor preparación para afrontar un eventual brote epidémico de dengue. En buena medida esto se debe a que el padecimiento no ha sido una emergencia de gran relevancia, sin embargo, esa no será la realidad por mucho tiempo, advirtió el especialista.
En ese tenor, el catedrático de UPAEP recomendó a la población elevar las medidas de limpieza en los hogares, pues el mosquito que transmite este virus se reproduce y vive principalmente en domicilios particulares.
Desde su perspectiva, mantener agua acumulada por mucho tiempo es el campo de cultivo perfecto para las larvas. En ese sentido, sostuvo que es necesario deshacerse de latas, llantas y otro tipo de desechos, acción popularmente conocida como descacharrización.
Por otra parte, señaló que la utilización de repelentes, especialmente los naturales, como son las plantas de menta, ayudan a que los ambientes domésticos se liberen de la presencia de mosquitos.
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Meneses Díaz apuntó que en algunos países de América, como Brasil y Argentina, se han desarrollado medidas especializadas para frenar la reproducción de mosquitos, como es la incorporación de especímenes macho sin la capacidad de fecundación. No obstante, sostuvo que en nuestro país ese tipo de estudios no han sido evaluados por las autoridades de salud.
