“El aborto es un crimen y la vida es sagrada”: Arzobispo de Puebla

El líder de la grey católica mantiene firme su postura contra la legalización del aborto

Maricarmen Hernández

  · domingo 29 de septiembre de 2019

“El aborto es un crimen, y la vida es sagrada”, aseguró el arzobispo Víctor Sánchez Espinoza, posterior a la homilía de este domingo y reiteró su postura contra la legalización de la interrupción del embarazo en Puebla y otros estados.

Aunque hace unos días se aprobó la despenalización del aborto en Oaxaca, con 24 votos a favor y 12 en contra, el líder de la grey católica en Puebla aseguró que, en caso de aprobarse la modificación del Código Penal en otras entidades, quedará un eco de remordimiento y dolor en aquellos que participan en estas acciones.

No es que 41 diputados definan sobre los demás, el aborto siempre será un crimen y, aunque legislaran en contra, estará el remordimiento de conciencia en las personas que colaboran en el aborto

Reconoció que hace falta una formación sexual, así como de valores, y es que señaló que “estamos viviendo momentos de mucha violencia e inseguridad. No hay mayor violencia que la que ejerce la propia madre en su propio seno con el hijo que lleva en sus entrañas”, agregó.

Enfatizó que el derecho a la vida, no solo se trata de un tema religioso, sino de derechos humanos que se debe respetar, desde la concepción de la vida, hasta el nacimiento.

Puebla es un estado que aprecia el valor de la vida. Hay otras voces distintas, pero el derecho la vida, no es un tema religioso, es un tema de derechos humanos; si no tenemos el derecho a la vida, no vamos a tener otros derechos

A la par aprovechó para hacer referencia de una película antiaborto llamada “Unplanned" (No planeado), producida por un estudio cristiano, la cual dijo, presenta imágenes muy fuertes en las que se representa como el producto se aferra a la vida durante la practica abortiva.

Sánchez Espinoza agregó que a la iglesia le toca orar ante estas prácticas que atentan contra la vida, pues asegura que aquellos médicos, mujeres y personas que participan en estas acciones les deja dolor, tanto psicológico, médico y espiritual.