En Huejotzingo hay un edificio que ha llamado la atención de los conductores por estar rodeado de árboles, sin alguna otra construcción similar cerca; al medir 135 metros de altura es considerado uno de los más grandes de Puebla. La gente que circula cerca de él suele tomarle fotos porque se sorprende al verlo en ese lugar.
La torre pertenece a la empresa Cerámica de Santa Julia y está ubicada en la autopista México-Puebla, a la altura de la junta auxiliar de Santa Ana Xalmimilulco, cerca de la caseta de cobro de San Martín Texmelucan. Cuenta con 36 pisos que tienen el objetivo de servir como espacios múltiples destinados al comercio.
El diseño lo hizo la compañía ‘Estudio de Arquitectos’, los principales materiales empleados fueron acero, concreto, ladrillo y vidrio. El propietario es Noé Peñaloza Hernández, quien fue presidente municipal de Texmelucan del 2008 al 2011, más tarde intentó contender por la diputación local del distrito V desde el partido Compromiso por Puebla.
LA HISTORIA DEL EDIFICIO CERÁMICA SANTA JULIA
La compañía Cerámica de Santa Julia llegó a Puebla en 1972, desde la Ciudad de México para establecerse en Huejotzingo, en el año 2013 comenzaron con la edificación de un nuevo proyecto al que llamarían también Torre Marte. Su inauguración fue en el 2017. Al inicio, dentro de este lugar tenía habitaciones de hotel, locales y demás zonas de venta.
Mientras la construcción aún estaba en proceso, en el 2015 su propietario fue inhabilitado por parte del Congreso del Estado por un periodo de 12 años, se destacó que existían ciertas irregularidades en sus declaraciones presupuestarias que ascendían a los 87.1 millones de pesos. Dos años después lo exoneraron y el trabajo continuó.
En el año 2018 alrededor de las 8 de la mañana llegó al edificio personal del Servicio de Administración Tributaria (SAT), para evitar el ingreso de los ciudadanos, y además colocaron sellos de embargo en todas las entradas. En ese momento las personas que laboraban ahí no entendieron el motivo del procedimiento.
A los pocos días de la clausura, se dio a conocer que Peñaloza, el dueño del recinto, estaba siendo perseguido por tener un adeudo de 180 millones de pesos, que se presume utilizó para levantar el proyecto arquitectónico.
Este edificio se suma a la lista de torres que ponen a Puebla en el quinto lugar a nivel nacional con más rascacielos que superan los 100 metros, solo detrás de la Ciudad de México, Guadalajara, Guerrero y Monterrey.