Emiliano Navarrete mantiene la esperanza de saber qué pasó la noche del 26 de septiembre en Iguala

El padre de familia notó que los vecinos, inclusive su propia familia, lo miraba de forma despectiva, como si estuviera “loco”

Jared Carcaño / El Sol de Puebla

  · martes 24 de septiembre de 2024

Emiliano Navarrete Victoriano, mantiene una lucha con la esperanza. Foto: Bibiana Díaz / El Sol de Puebla

Desde hace una década, Emiliano Navarrete Victoriano, mantiene una lucha con la esperanza de saber qué pasó la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, cuando desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, incluido su hijo, José Ángel Navarrete González.

Los primeros días fueron los más dolorosos, porque don Emiliano esperaba que cayera la noche, cuando su otro hijo se dormía, para salir de su domicilio y buscar a los jóvenes en lugares cercanos o donde se rumoraba que podían estar.

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En más de una ocasión, tomaba un suéter antes de salir de su casa, porque pensaba, “si encuentro a mi hijo tendrá frío, y esto lo ayudará a estar abrigado en lo que volvemos”.

Emiliano Navarrete nunca tuvo éxito y cada que regresaba a su hogar se encontraba a su hijo pequeño esperándolo, a quién no le contaba el motivo de sus salidas nocturnas, porque no tenía el corazón para decirle que su hermano estaba perdido.


A lo largo de las semanas, el padre de familia notó que los vecinos, inclusive su propia familia, lo miraba de forma despectiva, como si estuviera “loco”, solo por querer buscar, por todos los medios que tenía a la mano, a su hijo desaparecido.

Lo anterior forma parte del testimonio que dio el padre del joven en el conversatorio: “La digna lucha frente a la indolencia estatal”, que se llevó a cabo la mañana de este martes en la Ibero Puebla, como parte de la jornada por los 10 años de Ayotzinapa.

En la actualidad, el padre reconoce que, el amor por su hijo es su motor para sostener reuniones con autoridades de los diferentes órdenes de gobierno, con la esperanza de saber qué pasó con su hijo y el resto de los chicos.

Pese a ello, también tiene un exigente reclamo a los gobiernos de diferentes partidos políticos: “Soy un hombre que tiene odio, que tiene ganas de encontrar a su hijo, qué se quiere hacer fuerte pero no lo es, soy débil, un ser humano con corazón. Pero, qué me hace ser así, imaginarme el momento que pasa mi hijo, en esa agresión”, señala desde el presidium, mientras porta una playera con una foto de su hijo.

En el marco de los 10 años de la desaparición y el próximo cambio de gobierno federal, Emiliano Navarrete hace un llamado a los estudiantes y docentes de la Ibero Puebla, para ser más empáticos con las luchas sociales, porque cada una tiene un transfondo doloroso.

Emiliano Navarrete nunca tuvo éxito y cada que regresaba a su hogar se encontraba a su hijo pequeño esperándolo. Foto: Bibiana Díaz / El Sol de Puebla


En el conversatorio que se llevó a cabo en la universidad, se resaltó el trabajo de los padres, que no se han rendido, a pesar de los obstáculos a los que se han enfrentado, como la denominada verdad histórica de Ayotzinapa.

Según el entonces titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, los 43 normalistas fueron privados de la vida, incinerados y sus cenizas arrojadas al Río San Juan, en Cocula, sin embargo, dicha versión no coincidió con otras investigaciones.

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De igual forma, se mencionó que los padres de los 43 se han enfrentado a una serie de obstáculos, porque casi en su totalidad son personas de escasos recursos, que se vieron en la necesidad de vender comida o sus propios bienes, para solventar gastos.