Aunque los comerciantes del Centro Histórico han anunciado que su personal se podrá unir al paro nacional por el Día de la Mujer #UnDíaSinNosotras, las trabajadoras no están sintiendo la libertad para faltar, pues sus jefes directos no les han explicado si ese día será descontado.
En entrevista con este medio, trabajadoras de zapaterías, tiendas de ropa y negocios de comida, confirmaron que les avisaron que “cada una era responsable de faltar ese día”, pero nunca especificaron si iban a tener complicaciones laborales.
Aunque sus directivos les mencionaron que la falta era opcional, recalcaron en cada momento que su trabajo es muy importante y que si faltaba representaría un “golpe considerable” para los negocios. Hay que mencionar que, en la mayoría de estos negocios, los trabajadores son mujeres.
Paty como prefirió llamarse por seguridad, compartió que hace dos semanas su jefe inmediato convocó a una junta y en la reunión les dijo que tenían la obligación al ser “empresas socialmente responsables” de darles el día, pero como la mayoría del personal es mujer, les pidió reconsiderar su falta.
“Trabajamos como meseras y nos dio pena preguntar si nos iban a descontar ese día, nos dijeron que era nuestra decisión, pero constantemente nos señalaron que tomáramos en cuenta que somos muchas mujeres y que el negocio se quedaría solo. Entonces ya no entendimos si podíamos faltar sin represalias”, dijo.
Lo mismo ocurrió con Karla que trabaja en una zapatería del núcleo de la ciudad, su jefe inmediato le comentó que ese día, muchas mujeres iban a faltar a sus trabajos y por tanto saldrían a pasear. Su jefe cree que este día “va a estar muy movido” y que la necesitan para sacar el trabajo. “Me dieron permiso de faltar, pero cuando hay más gente tengo más comisiones, entonces me insistieron que ese día habría mucha venta por todas las mujeres que saldrían a pasear, como que trataron de convencerse”, comentó.
En el caso de Rocío que labora en una tienda de ropa, le dijeron que ese día fuera a trabajar y que si quería se lo podían reponer otro día de la semana o sumarle un día cuando llegaran sus vacaciones. “Estuvo raro, nos dijeron que éramos libres de decidir pero que pensáramos en la empresa. También me dijeron que podíamos negociar el día, trabajar el 9 de marzo y que me lo repusieran el día que yo quisiera, aunque sabemos que ese no era el objetivo del movimiento”, compartió.
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