En el contexto en el que un grupo político y un sector magisterial del país, ponen en entredicho la reforma educativa, el director del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en Puebla, Eduardo Lastra y Pérez Salazar, reconoció que esta todavía no da los frutos esperados, pues la población estudiantil no alcanza los más altos estándares de aprendizaje, falta infraestructura educativa y los maestros no están siendo capacitados al 100 por ciento para sus evaluaciones. Dijo que los resultados podrían verse en unos 30 años, aunque consideró que no se debe tirar todo a la basura y el próximo presidente de la República debe tomar lo mejor de la misma.
Este año, el INEE presentó su compilación “Educación para la democracia y el desarrollo de México”, en la que se habla de los objetivos de la política educativa, que son la cobertura, calidad, permanencia, fortalecimiento de la escuela, equidad, docentes profesionales y evaluación, por mencionar algunos.
Lastra dijo, en ese respecto, que pese a los primeros lugares que tiene Puebla en pruebas, el 70 u 80 por ciento de los alumnos no están aprendiendo debido a diferentes factores. Y es que, por citar un ejemplo, en la Prueba Planea 2017, los estudiantes de educación media superior solo un 10.6 por ciento de los alumnos alcanzaron el mejor nivel de aprendizaje en el área de lenguaje y comunicación, y solo el 2.9 de los estudiantes tuvo los mejores logros matemáticos.
El entrevistado recordó que con la llamada reforma educativa se buscó la mejora magisterial, aunque esta provocó cientos de jubilaciones y no ha habido la suficiente capacidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP), del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y del mismo INEE para preparar a los docentes en los exámenes que deben presentar cada 4 años.
SE IMPROVISÓ CON LA PRIMERA EVALUACIÓN A DOCENTES
“No se midió la dificultad y se improvisó. No se visualizó la complejidad del problema”, admitió Lastra, quien también dijo que haber logrado la primera evaluación a docentes, en el año 2015, fue prácticamente un milagro, pues no se les explicaron los lineamientos y algunos de ellos carecían de las herramientas tecnológicas para afrontar el examen.
También reconoció que esta reforma fue laboral en cierto aspecto, por lo que el próximo presidente de la República debe tomar lo mejor de esta y hacer un análisis integral de lo que conlleva el sistema educativo, pues además de evaluaciones a docentes, hay aspectos como los riesgos a los que se exponen alumnos y maestros, las condiciones de pobreza de las familias, el trato a los docentes, el seguimiento que se dé al trabajo de los mismos o la saturación administrativa a la que están forzados.
El también doctor en Economía de la Educación, graduado en la Universidad de Stanford, dijo que la inversión en educación ha ido a la baja, lo que tampoco ha permitido la mejoría de todos los aspectos que rodean a la preparación académica.
Recién, se dio a conocer que durante 2017, la SEP gastó un 2 mil 700 por ciento más de lo que tenía aprobado para el área de comunicación social, es decir, para promocionar los programas y no para su aplicación. En total, para ese rubro, se derrocharon mil 963 millones de pesos en comunicación social.
Ante ese dato, el director del INEE dijo que no se sabe si en lo sucesivo, aumentará el gasto para la capacitación o la infraestructura, temas que son prioritarios para mejorar la educación en el estado y en el país.
No obstante, consideró que no todo ha estado del todo mal en la reforma educativa. Afirmó que ya no hay venta de plazas, como se hacía en antaño. Dijo que los resultados de la misma se podrían ver en los siguientes 7 o hasta 30 años.