A puerta cerrada y solo en compañía de sus familiares, así como de amigos más cercanos, es como este miércoles se le rindió un homenaje póstumo al capitán Roberto Coppe Obregón, en el hangar del Gobierno del Estado.
Fue alrededor de las 10 de la mañana, cuando al citado inmueble llegaron los restos de quien piloteaba el helicóptero en el que viajaba la gobernadora del estado de Puebla, Martha Érika Alonso Hidalgo, su esposo el senador Rafael Moreno Valle Rosas, su asistente Héctor Baltazar Mendoza y el copiloto Marco Antonio Tavera Romero.
Con arreglos florales y la bandera de México, alrededor de 60 personas vestidas de negro recibieron las cenizas del piloto Coppe, un personaje querido y respetado entre otros aviadores.
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Mientras algunos cuerpos de emergencia permanecieron al interior del hangar, agentes viales del estado montaron guardia afuera del recinto. En tanto, la comunidad de aviadores, lamentó los hechos y recordó que “los pilotos no mueren, solo vuelan más alto”.
De esta forma, las personas más cercanas al piloto Coppe, se despidieron de quien, consideraron, era un hombre de buen carácter y perseverante.
Coppe Obregón hizo sus estudios básicos en el Centro Universitario México A.C. y tenía dos títulos como técnico superior universitario como piloto aviador, uno expedido en México y otro en el extranjero, además, trabajó en el Club de Pilotos Aviadores Profesionales de México S.C. y en la extinta Aerolínea Mexicana.
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De igual manera cabe recordar que fue la tarde del domingo pasado cuando se registró el accidente aéreo que cobró no solo la vida de la gobernadora del estado de Puebla y del esposo de esta, sino también de tres personas más, tratándose del piloto, copiloto y el asistente de los dos políticos panistas.
