Con fervor y devoción, decenas de creyentes arribaron desde tempranas horas de este 14 de febrero, miércoles de ceniza, a la Catedral de Puebla para escuchar la homilía y participar en la imposición de ceniza, con lo que se da inicio a la cuaresma, previo a la Semana Santa.
En punto de las 9:00 horas, los devotos visitaron el recinto religioso ubicado en el corazón de la ciudad, acompañados de sus familiares y del Niño Dios, para oír el mensaje de la palabra del Señor.
La misa presidida por Monseñor Tomás López Durán, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, ofició la eucaristía en representación de Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, quien en semanas pasadas fue intervenido quirúrgicamente y por lo cual se encuentra en recuperación.
Durante su discurso, exhortó a los fieles a arrepentirse y a la conversión con actitudes de bondad, alegría y paz durante este tiempo de reflexión. Para ello, señaló que se puede hacer a través del ayuno, la oración y la penitencia, mismos que deben salir del corazón.
“Estamos iniciando este tiempo cuaresmal, tiempo penitencial (...) es el punto de referencia para poder ingresar en este misterio santo, Dios ha querido invitar a todo el mundo, sobre todo en estos tiempos tan difíciles, tan complicados que nos desconcierta, nos atemoriza, nos preocupa, pero escuchamos el resonar de su palabra y nos dice que no estamos solos, que él camina con nosotros, que él nos acompaña y está atento a nuestras necesidades espirituales y materiales, ha hecho resonar para ello la voz de los profetas. El profeta Joel nos invita al arrepentimiento y la conversión”, dijo.
Asimismo, indicó que es momento de alejarse del pecado, de todo aquello que impida generar unidad entre unos y otros para ser una comunidad caracterizada por la luz del evangelio. Añadió que debe haber una profunda rectitud de intención para dejar que Dios obre.
Subrayó que en estos tiempos es importante la comunión y oración con Dios para poder saber cuál es la voluntad de Dios. Además, agregó que el ayuno también es de gran relevancia, pues ayuda a entender que estamos en un mundo temporal y con ello aspirar a una vida eterna.
Dios es el que marca la ruta, el que nos ofrece caminos de vida, esperanzas, justicia y paz, la actitud entre nosotros es la de hermanos, una fraternidad que vive una profunda disposición para cumplir el proyecto de Dios
mencionó.
Cabe mencionar que la cuaresma es un tiempo que consta de 40 días de penitencia y su objetivo es prepararnos para la celebración de las fiestas principales de los cristianos: la pasión, muerte y resurrección del Señor.