El pasado 9 de abril se llevó a cabo la inauguración de los trabajos de remodelación del Paseo Bravo por parte del edil capitalino, Eduardo Rivera Pérez, y aunque ha transcurrido poco tiempo después de este acontecimiento, comerciantes, vendedores ambulantes y peatones que viven en la zona consideran que deben realizarse más acciones.
Para la mayoría de las personas entrevistadas por este diario, la remodelación pudo ser mayor, pues, aunque reconocieron que en tema de alumbrado público y mantenimiento del lugar sí hubo cambios evidentes, también afirmaron que otras cosas que le hacen falta al parque no fueron tomadas en cuenta.
“Hacen falta juegos para niños, vienen los niños y no tienen dónde jugar. Hace años había unos columpios, pero desde hace mucho que ya no hay ningún juego o algo en lo que los niños puedan divertirse”, comentó Leonardo Nolasco, vendedor ambulante de dulces y refrescos en el lugar desde hace más de 20 años.
A pesar de que las expectativas que manifestaron las autoridades para la remodelación fueron muy altas, teniendo como objetivo principal mejorar la zona en general, rehabilitar el mobiliario urbano, puentes, esculturas y fuentes danzantes, hay quienes aseguran que no hubo gran cambio del Paseo Bravo en comparación con lo que era antes del 9 de abril.
“Sinceramente la remodelación me gustó muy poquito, aquí en el Paseo Bravo falta pintura a los árboles, también que poden las ramas más secas ya que ahorita con tanto viento pueden provocar accidentes, las personas se han tropezado, pero afortunadamente no ha pasado eso, pero podría suceder. Aparte, solucionar el problema del encharcamiento del agua, pues no pueden pasar las personas por los charcos que se forman (con las lluvias). En general faltan muchas cosas y sinceramente no he notado ningún cambio”, compartió la señora Rosario González, quien lleva vendiendo botanas en el Paseo Bravo por más de 35 años.
Sobre este tema, otros comerciantes entrevistados para el sondeo comentaron que la falta de vigilancia y la acumulación de basura en el área verde son problemas adicionales que sufre el parque y estos han afectado el comercio dentro del mismo, pues las personas que caminan por ahí, después de cierta hora, prefieren tomarse sus precauciones y no pasar cerca para no correr ningún peligro, lo cual lo convierte en un sitio solitario cuando empieza a oscurecer.
El piso es el mismo desde hace más de 30 años
“Ya hay un poco más de iluminación, pero hace falta mejorar el drenaje para que no se estanque el agua y sobre todo colocar unas jardineras porque el parque luce muy triste, también otro problema es que siguen pasando indigentes y personas drogadas que piden limosna y de alguna manera molestan e incomodan a los que venimos de manera sana a disfrutar de la tarde”, destacó Martín Claudio Ramírez, un vecino del lugar que acostumbra pasar todos los días por este inmueble público.
“Está linda la remodelación, pero nos quedamos con ganas de más, tengo 23 años de edad y soy emprendedor desde hace varios años. Aquí en el Paseo Bravo llevo apenas un año vendiendo crepas, pero quisiera hacer un llamado a las autoridades para que le den la importancia que merecen las personas con discapacidad, porque los enormes charcos que están en casi todo el parque les dificulta mucho su paso, y muchos de ellos son invidentes y no logran verlos, he visto como se han tropezado”, aseveró, por separado, Jeremías de Jesús Galindo.
Por su parte, el señor Fermín, quien lleva solo cuatro meses vendiendo helados dentro del parque, platicó a este periódico que recuerda que, cuando era niño, el Paseo Bravo tenía exactamente el mismo piso, y por eso hasta la fecha sigue provocando los mismos problemas con el estancamiento del agua de lluvia, además, expuso que lo que más le afecta como comerciante es la falta de policías que estén dando sus rondines. La presencia de uniformados, añade, ayudaría a caminar por dicho lugar de manera segura, a cualquier hora de la tarde.
“Se ven bonitas las fuentes y toda la cosa, pero hace falta mucha vigilancia, pues hay personas que incluso andan vendiendo marihuana, otras personas vienen y se orinan en los arbolitos y en los locales”, concluyó.
Agradecen que haya música
También hubo quienes le encontraron un cambio positivo a la remodelación, pues agradecieron el hecho de que haya música dentro del parque y que luzca más atractivo a causa del acondicionamiento que se les dio a las partes del parque que ya necesitaban arreglo.
No obstante, son más las personas que esperan que lo que hizo falta por mejorar sea tomado en cuenta próximamente, de manera que se logren soluciones para que el Paseo Bravo no quede abandonado, como lo estuvo durante mucho tiempo en pasadas administraciones municipales.
El ayuntamiento de Puebla hizo una inversión de 16.8 millones de pesos para concretar los trabajos, que, además de nuevas luminarias, incluyeron un corredor gastronómico mejorado, nuevas fuentes, mantenimiento a la banca del quiosco y una estructura para montar un espectáculo nocturno de luces y sonido.