ACATZINGO, Pue. Las heladas que azotaron a los estados deZacatecas, México e Hidalgo el año pasado beneficiaron a losproductores de tuna en Puebla, ya que el kilogramo llegó a costarhasta 5.50 pesos. Sin embargo, no se vislumbra el mismo escenariopara este 2016, debido a que la cosecha es hasta 10 por cientomayor, pero la comercialización ha mermado y el costo, por lamisma medida, no ha pasado de tres pesos.
La cosecha de tuna en la comunidad de San Sebastián Villanueva,como en otras del municipio de Acatzingo, donde hasta el 98 porciento de la población se dedica a esta actividad, se encuentra enla recta final. Si bien los terrenos con nopales de tuna cristalinay roja aún se ven llenos, solo les resta un par de cortes más dela fruta para terminar el ciclo y dar comienzo a la poda de losmismos.
Omar Carpio Flores, presidente Nacional de la Unión deProductores de Nopal, Tuna y Maguey, comentó a El Sol de Pueblaque una de las variables por las que los precios cayeron es que enlos principales estados productores se les juntó la fruta y nohubo posibilidad de venderla como planearon.
No obstante, consideró que también los nuevos estándares parael control de calidad que aplica la Secretaría de Agricultura,Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)provocaron un descontrol entre los productores quienes debenadaptarse a las normas que tienen que ver con el proceso deempaquetamiento así como el uso y manejo de agroquímicos, por loque la fruta debe estar “libre de tóxicos”.
Son 5 mil 500 hectáreas en total, en el municipio de Acatzingo,las que se destinan para el cultivo de tuna, de la cual el 95 porciento es de la cristalina o verde y solo el cinco por cientorestante es roja. Mientras que en el estado son al menos milproductores quienes se dedican a dicha actividad.
El producto se envía a los principales mercados y centros deabasto en el país como es el caso de la Ciudad de México,Guadalajara, Monterrey, Chihuahua, Tijuana, Durango, Torreón,Coahuila, Villahermosa y Chiapas, por mencionar algunos.
Mientras que al extranjero, a donde se envía solo el 10 porciento de la producción, los sitios beneficiados son Canadá,Estados Unidos (Texas) y a la Unión Europea, así como algunospuntos de Sudamérica.
“Para el 2017 la restricción es más severa, aquel que quieraenviar tunas debe cumplir con estas normas en empaque, uso y manejode agroquímicos a través de la Sagarpa y el Comité Estatal deSanidad Vegetal”, resaltó.
La producción con respecto al año pasado fue apenas un 10 porciento menor que el 2016, toda vez que en este periodo secontabilizan hasta 80 mil toneladas de la fruta, por lo que confióen que para finales de noviembre los productores tengan mejoresingresos y se puedan recuperar económicamente.
“Hay buenos augurios. Ya no hay tuna en diferentes estados ypronosticamos que Puebla puede tener tuna todo octubre y todonoviembre, pero sobre todo, a excelentes precios. Ya viene, sepodría decir, la revancha, que el productor está cosechando, unaparte la almacena, para que tengamos tuna en noviembre”,añadió.
Como representante del gremio, descartó que los productores seencuentren en un momento de crisis a causa de las nuevascondiciones de cultivo y comercialización a las que se enfrenta,por el contrario resaltó que se trata de una oportunidad paracontar con mejores estándares de calidad y de esta manera aumentarlas ventas, pues de esta manera podrán atacar los mercadosinternacionales y de exportación.
Mientras que Álvaro Juárez Flores, quien es uno de losproductores de la región, confió en que haya una recuperación deventa de la fruta, pues resaltó que el ciclo está por terminar yhasta el momento no se ha vendido ni el 60 por ciento de lo quecultivó, por lo que lamentó que mucha de la cosecha sedesperdicie.