Luis Guevara, padre de familia, acusó al director de la Escuela Secundaria Técnica 88, ubicada en la colonia Balcones del Sur en Puebla, de presuntamente haber dado de baja a su hijo del primer año de secundaria tras denunciar en siete ocasiones que el menor recibía supuestas agresiones por parte de dos alumnos más grandes que él.
Lo anterior debido a que, según informó el padre de familia, el director le entregó al final del curso los papeles del alumno para que pudiera inscribirlo en otro colegio y así evitar que sufriera acoso escolar dentro del plantel.
De acuerdo con el testimonio del tutor, el supuesto acoso comenzó en contra de su hijo por ser de escasos recursos, pues afirmó que hace unos meses el menor acudió a la escuela con los zapatos rotos, lo que desató la burla de sus compañeros.
No obstante, la situación empeoró durante las últimas semanas de clases, pues las ofensas pasaron de ser verbales a físicas, luego de que un día mientras el menor jugaba fútbol recibió varios golpes por todo el cuerpo presuntamente a cargo de dos alumnos de tercer año de secundaria.
Director responde que la solución es cambiarlo de escuela
Ante la situación, el padre de familia relató que el último día de clases durante la ceremonia de clausura, se acercó a conversar con el director para saber si existiría una sanción en contra de los alumnos que agredieron a su hijo, a lo que supuestamente respondió que la solución era dar de baja al alumno y que se cambiara de escuela para evitar lesiones durante el próximo ciclo escolar.
Luis Guevara, molesto ante la situación, rechazó la propuesta del director, pues no se le hizo justo que su hijo tenga que abandonar el plantel cuando fue quien recibió las supuestas agresiones. Asimismo, afirmó que ya había realizado el pago de la cuota de inscripción para el siguiente ciclo escolar, sin embargo, le informaron que no le será devuelto.
Compartió además que esta decisión es inmerecida, puesto que su hijo durante su primer año de secundaria no presentó conflictos por mal comportamiento en contra de sus profesores o de sus compañeros, y que por el contrario, quienes deberían ser retirados del plantel deben ser los presuntos agresores.
“No me han llamado de la escuela diciendo que mi hijo es grosero, latoso o que haya faltado al reglamento de la escuela, solamente por acusar a los compañeros que lo molestan lo sacan de la escuela (…) a esta altura dónde le encuentro escuela a mi hijo, ya tengo los comprobantes de pago para el siguiente ciclo”, expresó.
Finalmente, subrayó que a pesar de que dialogó con el director en siete ocasiones el esfuerzo fue en vano, pues el ciclo escolar concluyó y el personal del plantel se encuentra de vacaciones, por lo que no tiene otra alternativa para evitar que su hijo se quede sin el acceso a la educación.