Cinco de cada 10 personas que tienen glaucoma podrían no saberlo toda vez que es una enfermedad crónica que no refiere síntomas, pero, si no se detecta a tiempo puede causar ceguera, alertó Karina Mateos Díaz, oftalmóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social en Puebla (IMSS).
Hoy se conmemora el Día Mundial del Glaucoma y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la segunda causa de ceguera, por lo que la instauración de la fecha busca llamar la atención sobre esta enfermedad ocular y la importancia de detectarla a tiempo.
De acuerdo con la especialista, dicho padecimiento no se cura y en el mundo se estima que hasta 7 millones de personas padecen glaucoma de las cuales el 10 por ciento tiene ceguera bilateral, mientras que en México hay alrededor de 1.5 millones con el padecimiento de los cuales la mitad no tiene el diagnóstico.
“Algunas personas tienen la creencia de que con este padecimiento va a haber dolor o ceguera gradual, pero eso solo se da en el glaucoma de ángulo estrecho, pero, en el más frecuente que es el de ángulo abierto no nos va a dar síntomas, por eso es importante detectar factores de riesgo”, dijo.
Los factores de riesgo son la presión ocular elevada, tener más de 40 años de edad, familiares con glaucoma, ser latino, la miopía o tener enfermedades cardiovasculares como diabetes o hipertensión.
Asimismo, comentó que en las primeras etapas el padecimiento podría no dar síntomas y aunque no tiene cura, se puede controlar brindando al paciente una calidad de vida adecuada y los tratamientos inician con gotas garantizando, incluso, que el padecimiento ya no avance.
“Si al paciente lo encontramos ya en una etapa final podemos evitar la ceguera, pero ya no podemos revertir el daño que tiene, a lo mejor el paciente va a seguir viendo muy mal, pero con un a tratamiento adecuado se puede evitar que ese paciente continúe hasta la ceguera”, dijo.
De la misma forma mencionó que este padecimiento se divide en dos tipos: agudo y crónico, siendo más frecuente el segundo, debido a que es una condición que evoluciona con la edad.
Al no ser diagnosticado de manera oportuna el padecimiento se sigue desarrollando y en el caso de glaucoma crónico, afecta con mayor frecuencia a personas mayores de 40 años de edad.