Indígenas de Cuetzalan del Progreso denunciaron que el proyecto LAT de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) —Línea de Alta Tensión Cuetzalan Entronque Teziutlán II-Papantla Potencia y Subestación Eléctrica Cuetzalan Banco 1— amenaza el santuario de la abeja melipona, cuyo cultivo proporciona ingresos económicos y representa una riqueza ambiental y cultural invaluable en el municipio.
Los indígenas usaron este argumento como una de las justificaciones en oposición a este proyecto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La trascendencia es mayor si se considera que la miel de abeja originaria del lugar es un Baluarte de Slow Food, asociación con más de 100 mil socios en 150 países que trabaja para defender la biodiversidad alimentaria, difundir la educación del gusto y acercar productores y consumidores. Fomenta la agricultura sostenible y el conocimiento de los alimentos y de su origen.
Esta abeja es domesticada desde épocas prehispánicas y es una de las 500 – de las 20 mil especies clasificadas en el mundo – que habitan en América; tiene un valor cultural y su miel cada vez adquiere más valor y reconocimiento comercial, sobre todo en los mercados internacionales. En náhuatl de la Sierra Norte de Puebla es llamada Pisilnekmej (abeja pequeña).
No tiene aguijón, se defiende mordiendo (como lo hacen las hormigas), son sociables, forman colmenas en troncos huecos y entre las piedras. Su miel tiene propiedades nutricionales y medicinales que la hacen más cotizada. Sirve como remedio a malestares respiratorios y del estómago, es usado como cicatrizante y para ciertas enfermedades de los ojos.